Es un mito, ya que la diabetes no es el resultado de comer mucha azúcar ni tener kilos extra. Sin embargo, comer más de lo que el cuerpo requiere y no hacer actividad física aumentan el riesgo de desarrollar el tipo 2.
La diabetes y la obesidad se heredan
La realidad es que tanto en la diabetes tipo 2 como en la obesidad hay un componente genético (por esa razón, muchas familias tienen más de un miembro con estas enfermedades).
Sin embargo, los factores ambientales, como la alimentación y el ejercicio, son importantes en el desarrollo de ambas.
Una alimentación saludable y el ejercicio físico pueden prevenir o retrasar su aparición.
Es contagiosa
Es totalmente erróneo. Tanto los dos tipos son enfermedades del metabolismo y no son contagiosas. No se puede contraer por contacto con otras personas.
La diabetes tipo 2 es menos grave que la tipo 1
Ambos tipos de pueden causar graves daños a la salud si no son tratadas adecuadamente. Las personas con cualquier tipo de diabetes están en riesgo de dañar sus ojos, riñones y pies a medida que pasa el tiempo.
Sin embargo, el riesgo de desarrollar estas complicaciones puede ser altamente reducido con un buen control de la glucosa.
Debido al desarrollo natural de la enfermedad, varias personas con el tipo 2 pueden eventualmente necesitar un tratamiento con insulina. Si la insulina se inicia a tiempo, varias de las complicaciones graves pueden evitarse.
Todas las personas con este padecimiento deben hacerse chequeos regulares para detectar los problemas y tratarlos.
Todas las personas con diabetes necesitan inyecciones de insulina
Si una persona necesitará, o no, inyecciones de insulina depende de varios factores, incluyendo el tipo de diabetes que padece.
Todas las personas con diabetes tipo 1 necesitan forzosamente inyecciones de insulina, y en el tipo 2, pueden requerirla más tarde, tras el progreso de la enfermedad, o salvo que el médico/diabetólogo lo indique debido a las condiciones del paciente y su estado en relación a la diabetes.
Generalmente, en la primera etapa de la diabetes 2, no suelen requerir insulina, sino un control de la alimentación, actividad física y otra medicación, como los antidiabéticos orales o hipoglucemiantes, según indicaciones médicas.