Síndrome del Ojo Seco, cada vez más común

 Síndrome del Ojo Seco, cada vez más común

¿De qué se trata el Síndrome del Ojo Seco?

Este padecimiento, junto con la catarata y el glaucoma, afecta de manera significativa a la población.

¿Qué es el Síndrome del Ojo Seco?

El Síndrome del Ojo Seco (SOS) afecta a millones de personas en el mundo y es una de las causas más frecuentes por la cual los pacientes visitan a los especialistas.

Este padecimiento multifactorial de las lágrimas y de la superficie ocular provoca síntomas de incomodidad o molestias, alteración de la agudeza visual e inestabilidad de la película lagrimal con daño potencial a la superficie ocular.

El SOS ocasiona un impacto negativo en la calidad de vida del paciente, así como en su productividad laboral, explica Jaime Macías, jefe de servicio del departamento de segmento anterior y córnea del Instituto Mexicano de Oftalmología en Querétaro.

“Este síndrome ha sido analizado y los especialistas han tratado de ponerse de acuerdo en la sintomatología y características y lo han clasificado por su repercusión” agrega el especialista.

 

 

Se habla que entre el 1 y el 33 por ciento de la población mexicana podría padecer este síndrome, que presenta esta sintomatología:

  • Sensación de arenillas

  • Visión borrosa

  • Enrojecimiento

  • Sensación de cansancio o escozor

“Esos malestares los podemos observar por las tardes, después de varias horas en la computadora o expuestos a un ambiente hostil como aire acondicionado o mucho calor” precisa Jaime Macías.

¿Qué pasa?

El cuerpo humano es tejido vivo pues está compuesto por células. El ojo siempre debe estar lubricado para mantener una buena calidad visual. La humedad ayuda a que este sano, como mecanismo de defensa y e nutrición.

“El cuerpo humano se nutre a través de vasos, pero la córnea no tiene, así que se alimenta del líquido que circula detrás de ella así como de la película lagrimal. Cuando hay un desequilibrio en esa capa lagrimal es cuando se padece el SOS” explica Jaime Macías.

Por trabajo o entretenimiento, la permanencia prolongada por más de cinco horas diarias frente a las pantallas de celulares, computadoras y tabletas puede provocar el SOS, que se ha vuelto una de las causas más frecuentes de consulta oftálmica.

Las mujeres son más proclives a desarrollar SOS debido a los cambios hormonales por edad, embarazo y menopausia.  Según el Colegio de Medicina de la Universidad de Illinois el SOS también aparece por el uso de algunos medicamentos, las deficiencias de vitamina A, padecer Hepatitis C y algunas veces se presenta tras cirugías oculares.

El SOS es una condición que puede presentarse en cualquier persona —sobre todo en zonas urbanas—. “No es lo mismo vivir en la Ciudad de México que vivir en la costa, pues las condiciones de humedad, entre otros factores, son diferentes” puntualiza Jaime Macías.

 

 

Aunque por lo general no pone en riesgo la visión y las molestias suelen resolverse con el uso de lágrimas artificiales, si no se detecta y se establece un tratamiento adecuado, este síndrome puede derivar en la necesidad de un trasplante de córnea, que es una intervención quirúrgica mediante la que se sustituye una córnea deteriorada por traumatismos, infecciones, deformidades corneales o degeneraciones por una córnea normal.

“Es importante mencionar que buena parte de las personas que padecen SOS presentan enfermedades sistémicas, sobre todo de origen inmunológico como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y enfermedades tiroideas. La ocupación del paciente también influye, dice el jefe de servicio del departamento de segmento anterior y córnea del Instituto Mexicano de Oftalmología en Querétaro.

Destacó que se ha visto un incremento del SOS porque cuando se usan dispositivos que obligan a el ojo a un enfoque cercano disminuye la tasa de parpadeo, así que con el paso de las horas hay una deficiencia de lágrimas. “De ahí que los peores malestares se presenten por las tardes”.

El tratamiento

Jaime Macías explica que el tratamiento más simple y común es la prescripción de lágrimas artificiales. “Esos productos son la principal línea de tratamiento; hay una infinidad de lubricantes y geles con o sin conservadores así como medicamentos esteroides como la ciclosporina, pues el SOS no solamente es la ausencia de película lagrimal sino que tiene un trasfondo inflamatorio, lo que ocasiona que este síndrome se vuelva un círculo vicioso, pues entre más reseco esté el ojo pueden haber más factores inflamatorios que ocasionen mayor resequedad”.

Respecto al uso excesivo de los dispositivos electrónicos, dijo que se podría desarrollar una cascada inflamatoria que condicione un SOS a largo plazo, con un daño a las estructuras, lo que ocasionará que la córnea pierda su transparencia y se produzca una deformación anatómica normal.

Sobre el uso indiscriminado de lágrimas artificiales, el especialista dijo que las gotas de venta libre por lo regular son fabricadas por farmacéutica de prestigio y no son de prescripción médica, pero cuando existe una evaluación médica previa las gotas son las idóneas.

“Los efectos secundarios de las lágrimas artificiales dependerán del tipo de conservador que contengan, pues los conservadores pueden dañar al ojo si se utilizan a largo plazo, o si los lubricantes tienen vasoconstrictores, con el tiempo pueden producir daños, así que es preferible acudir al médico, pues los medicamentos tienen efectos secundarios.

Alertó sobre un mayor índice de casos de SOS en niños por el uso temprano de los dispositivos móviles.

 


 

En todos los casos de SOS, el diagnóstico adecuado lo realiza un especialista en salud visual como el oftalmólogo, revisando la historia clínica del paciente, sus hábitos de vida y sus antecedentes familiares, para descartar factores externos que pueden contribuir a este padecimiento, como la medicación tópica o un ambiente seco.

Cabe mencionar que, si se detecta a tiempo, a través de un tratamiento consistente se puede prevenir la creación de úlceras y cicatrices corneales.

En México existe una gran prevalencia de enfermedades visuales que afectan significativamente a los individuos, ya que estos se traducen en un deterioro en la calidad de vida en la persona y en una carga económica por el costo de los tratamientos y porque las personas con esta condición son menos productivas.

FUENTE/REVISTA SELECCIÓN 

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