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A pesar de la frescura y alivio que causa dormir con el pelo mojado en épocas muy cálidas, hacerlo acaba suponiendo más problemas que beneficios.
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La aparición de caspa o tener el pelo más graso de lo habitual son algunas de las consecuencias de dormir con el cabello húmedo.
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Tras secarse el pelo, es imprescindible peinarse para evitar nudos y enredos.
Cuando hace mucho calor, todo aquello que suponga estar más fresco es bienvenido. Por eso, es habitual que, en verano, algunas personas se duchen antes de ir a dormir y sin secarse prácticamente el pelo. Por un lado, esta práctica puede proporcionar algo de alivio ante un clima tan cálido, pero la balanza se inclina hacia los problemas que supone dormir con el pelo húmedo.
Consecuencias de dormir con el pelo mojado
Algunos de los problemas derivados de dormir con el pelo empapado son bastante destacados, como puede ser el hecho de presentar una mayor sensibilidad capilar, aparición de caspa, inflamación del cuero cabelludo por la humedad y enredos y nudos, principalmente.
El pelo se vuelve más sensible porque las proteínas del cabello están más sueltas, lo cual provoca que se puedan perder estas propiedades. Esto puede hacer que el pelo sea más propenso a debilitarse, a caer más cantidad de la cuenta (y esto aumenta la porosidad) o incluso que aparezcan bacterias y hongos.
Al no secarnos el pelo, se acumula humedad durante varias horas, uno de los factores que lleva a que el cabello pique más porque se inflama el cuero cabelludo. Como escuece, lo habitual es tener ganas de rascar, pero es contraproducente, puesto que puede causar heridas.
Otra de las consecuencias de la acumulación de humedad es la aparición de caspa. Esto provoca un mal funcionamiento del hongo llamado Malassezia, que se alimenta de los aceites grasos de los folículos para renovar las células del cuero cabelludo. Con la humedad, este hongo se multiplica y precipita la renovación celular, causando que estos hongos se mezclen con el aceite graso de los folículos, que es el origen de la caspa.
Además, el pelo se vuelve más graso, ya que la humedad también altera el funcionamiento de las glándulas sebáceas, las que causan el sudor. A su vez, la evaporación del agua genera enredos y nudos en el cabello.