Pero… ¡qué necesidad!

Pero… ¡qué necesidad!

Cuando todos apostábamos a que el actual dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, se haría cargo de la guerra sucia del gobierno estatal contra sus hipotéticos enemigos, alejando de esos oscuros menesteres al gobernador Javier Duarte de Ochoa, este domingo ha saltado de nuevo a la palestra para atacar directamente a la yugular a Alfonso Salces, director del rotativo porteño Notiver, el más popular en la zona conurbada y el que ha marcado una línea crítica irreductible contra el gobierno de que se trate, independientemente de su filiación partidista.
Con ello, no solo se observa una jugada que ha puesto en perspectiva el respeto del gobierno estatal a la libertad de expresión; también una actitud irrespetuosa con los actos de los particulares, cuyos datos están protegidos constitucionalmente, y de los que el gobierno dispone a través del Registro Público de la Propiedad y de Comercio (a cargo de la Secretaría de Gobierno), que contiene los registros de todas las operaciones relacionadas con traslados de dominio, sea por actos de compra-venta, donación o sucesión.
En el fondo de la confrontación por la compra-venta de un terreno que, en sentido estricto, no vincula al director de Notiver sino a su hermana, y en que la parte compradora es el actual alcalde panista de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, lo que subyace es la guerra férrea contra el jefe de la familia, Miguel Ángel Yunes Linares, a quien se busca bajar del caballo de una candidatura al gobierno estatal en 2016 por el PAN y, posiblemente, en alianza con el PRD.
Aunque no tiene una relación directa con la operación, el gobernador Javier Duarte de Ochoa ha señalado este hecho jurídico como una prueba irrefutable de la falta de objetividad periodística de Notiver que, dicho sea de paso, no solo publica a analistas que han sido críticos severos del gobernador (como Marijose Gamboa) sino también a otros que son un pan de azúcar.
Eso no inhibió al gobernador para declarar lo siguiente: “Queda claro que lo que se diga o deje de decir en ese medio de comunicación, tiene un trasfondo de otra naturaleza, evidentemente hay un interés de golpear, de debilitar a instituciones por el simple hecho de posicionar a un grupo político que tiene intereses económicos con ese medio de comunicación y que ha estado demostrado, y no es un dicho de palabra sino ahí están los documentos que son públicos, que demuestran este hecho”.
Horas antes de su madrugadora conferencia de prensa, en su cuenta de Twitter muestra el documento que prueba una relación mercantil por la compra-venta de un terreno, y señala: “Ahora lo entiendo todo, dueño del @NOTIVER envuelto en escándalo de corrupción del alcalde de #BocadelRío”.
El informe olvidado
Aunque el gobernador Javier Duarte de Ochoa ofreció datos interesantes sobre el combate al secuestro en Veracruz, particularmente en materia de su combate por parte de las autoridades ministeriales (se habla del desmantelamiento de 159 bandas dedicadas a ese delito y a la detención de 989 probables secuestradores en los cinco años de su gobierno), lo cierto es que el tema Salces ha ocupado toda la atención, sobre todo a partir del contenido y tono con que el propietario del diario jarocho contestó con una carta abierta, insertada en su edición de este lunes, en que, bajo el título “Canallada!”, ofrece datos sobre intentos de mordaza desde Fidel Herrera Beltrán, aunque operados por Javier Duarte, para que dejara de apoyar a Miguel Ángel Yunes Linares.
A raíz de todos estos escándalos, lo que queda claro es que en Veracruz hace falta una buena dosis de civilidad política.
Ya veremos en los próximos días cómo se desenvuelve el affaire Notiver, habida cuenta de que el directivo periodístico no solo ha pretendido ofrecer un diagnóstico médico al gobernador Duarte, sino que ha señalado que necesitará también a un abogado.
 
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