Manifestantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad por tercera noche consecutiva ayer martes en Minnesota, bajo fuerte tensión por la muerte de un joven afroamericano a manos de la policía en momentos en que se lleva cabo el juicio por el asesinato de George Floyd.
La policía antidisturbios actuó para dispersar a un grupo de entre 800 y mil manifestantes en Brooklyn Center, el suburbio de Minneapolis donde Daunte Wright fue abatido el domingo en un control de tránsito.
Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas aturdidoras y las personas que protestaban respondieron lanzando objetos, indicó la policía.
Más temprano el martes, las familias de George Floyd y de Daunte Wright, devastadas y unidas en el dolor y la rabia, pidieron el fin de la violencia policial y el racismo en Estados Unidos.
El mundo está traumatizado de ver a otro afroestadunidense siendo asesinado”, dijo Philonise Floyd, hermano de George, durante una conferencia de prensa en la que ambas familias compartieron el dolor de enfrentarse a lo “impensable”.
La policía catalogó la muerte de Wright como “accidental” y explicó que se produjo cuando la agente Kim Potter procedía a utilizar una pistola inmovilizadora taser y se equivocó y disparó con su arma de fuego.
El abogado Jeff Storms refutó esta afirmación.
Un accidente es derramar un vaso de leche, no es un accidente sacar un arma. No es un accidente apuntar a alguien con un arma, tampoco lo es ignorar el hecho de que lo que tienes en la mano no pesa lo mismo que una pistola taser”, dijo el letrado que acompañó a las familias.
La agente involucrada en la muerte renunció y el jefe de la policía local también, anunció el martes Mike Elliott, el alcalde de Brooklyn Center.
Para activistas como Toshira Garraway, la muerte de Wright es otro ejemplo de la brutalidad policial y la discriminación sistémica.
Queremos que el mundo sepa que no son incidentes aislados, de hecho George Floyd y Daunte Wright son la cara de cientos de asesinatos aquí en el estado de Minnesota”, dijo a la multitud que acudió a escuchar a las familias.