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En el Parque Nacional Pico de Orizaba ha disminuido la cobertura forestal de forma significativa; solo queda el 14 por ciento de los árboles que había hace apenas 20 años de un total de 19 mil 750 hectáreas.
Ricardo Rodríguez Deménegui, coordinador del programa “Salvemos al Pico de Orizaba”, afirmó que se trata de una situación «muy alarmante» que ya está ocasionando severos efectos en el medio ambiente.
Los datos provienen de análisis con los que cuenta el mismo Parque Nacional a través de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y de academias internacionales que estudian el comportamiento de la región y su franja verde.
«La situación es tan emergente que no podemos esperar tanto tiempo para que un árbol crezca; en el caso particular del Pico de Orizaba estamos optando por proteger los pocos árboles que nos quedan».
La deforestación ha sido provocada principalmente por la tala indiscriminada que se ha padecido en el transcurso de los años; el pastoreo; y los incendios forestales.
Al tratarse de una zona elevada, el Pino y el Oyamel, son los tipos de árboles que se desarrollan de forma óptima, pero tardan 30 años en crecer, es decir, cualquier proyecto de reforestación es a largo plazo.
Exhortó a la población a cuidar el agua porque se prevé que la escasez sea cada vez más severa, ante lo que se está viviendo en una de las fuentes hídricas más importantes.
