Después de cinco días y tres mil 200 kilómetros recorridos en motocicleta desde el norte del país hasta la zona de Los Tuxtlas, en Veracruz, Israel de Jesús Gómez Castañeda llegó a su destino, a pesar de algunas dificultades presentadas en el camino.
El joven, originario de Santiago Tuxtla, emprendió el viaje desde Tijuana, Baja California, el pasado 14 de septiembre y llegó a su lugar de origen el pasado 20 de septiembre.
En entrevista telefónica, dijo que tenía entre sus planes regresar a la región de Los Tuxtlas para realizar su servicio social de la licenciatura en Derecho.
“Decidí buscar el medio para buscar la moto y venirme sin manejar, pero me salía demasiado caro, así que viendo videos en YouTube, en TikTok, en Facebook, me apareció una chava que se llama Luna Viajera”, dijo.
Israel comentó que Luna Viajera realizó un recorrido “grande que fue del norte del país a Cancún, parece. Y dije: ‘si ella pudo en una 110, y es motoneta, yo en una DM150 creo que sí puedo’”.
Entonces, decidió enviar sus maletas por paquetería hasta Santiago Tuxtla y emprender un viaje de tres mil 251 kilómetros.
El clima fue de una de las situaciones más difíciles durante su recorrido, declaró, pues “bajando para Sonora, tenía que cruzar a fuerzas el desierto de Sonora y era insoportable el calor y yo viajando con un casquito que te cubría la cabeza, como si fuera de bicicleta. El sol me dió de frente, eso fue muy difícil para mí. Al igual que el clima en Guadalajara, Puebla, llegando a Orizaba, eso fue lo que más me costó porque no estaba preparado y era mi primer viaje”.
Respecto al tema de seguridad, Israel de Jesús relató que fue retenido en tres ocasiones.
“Una me paró un estatal, y como mi moto no tenía placas, me preguntaron que de dónde era, que a qué iba, a dónde iba y cómo me llamaba. Pero en Baja California saqué un permiso de traslado y con eso podía avalar que podía viajar sin placas”.
Dijo que entrevista que “luego, por Sonora, me pararon los famosos soldados con tenis. Me bajaron del vehículo, me preguntaron de dónde iba, cómo me llamaba, a qué iba, por qué pasaba por ahí, qué llevaba en mi maleta”.
“Me revisaron la moto, mis identificaciones. Un señor que creo era el conductor, le dijo ‘déjalo ir, este chavo no es’. Creo que andaban buscando a alguien y me tocó la suerte de que me revisaran a mí”, agregó.
Mientras que en Sinaloa lo retuvo “un grupo como de guerrilleros, que esos te cobraban una tarifa por pasar por ese pueblo. Apenas y la pagué, porque te cobraban 50 pesos. Paraban a los carros, los hacían orillarse y eran como 20 personas armadas, cubiertas de la cara con paliacates, camisas, gorras, lentes, y si no pagaban no te dejaban pasar”, abundó Israel.
“Tuve que pagar, tenía como 50 pesos de moneda. Me querían cobrar más, y yo tenía miedo de sacar mi cartera porque tenía miedo de que me robaran. Al momento de pasar me tenían que dar un boletito, pero no me lo dieron porque no junte la cuota, y los 30-40 minutos volvía a pasar otro retén de guerrilleros y me pedía ese boletito”, dijo.
A este último ‘retén’ le dijo que no traía el boleto porque había completado la tarifa y sólo traía sus cosas.
Durante las noches, cuando no viajaba, dormía en hoteles o moteles, aunque “fue algo difícil porque está pesada la situación en el norte. Me ofrecían demasiadas cosas ilícitas. Había mucho ruido, se escuchaban cosas raras y no descansaba prácticamente”.
Israel recorrió los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Puebla, Tlaxcala y finalmente Veracruz.
Aunque no descartó emprender de nuevo esa aventura, dijo que ya no sería solo, pues se enfrentó a problemas mecánicos con la motocicleta, entre otras circunstancias.
Con información de: Xeu