La discusión del dictamen sobre la permanencia de las fuerzas armadas en las calles ha calentado los ánimos en la Cámara de Senadores.
A punto de los golpes y con lágrimas, el Pleno del Senado de la República debate esta tarde la permanencia del Ejército en las calles en tareas de seguridad pública hasta 2028.
Luego de que la senadora del PAN, Lilly Téllez, llamó “hienas” y “perros” a los senadores de Morenas por “promover la militarización de México”, la senadora de Morena, Lucía Trasviña, subió a la tribuna, encaró a Téllez y le manoteó en la cara.
“Senadoras, por favor…”, decía el presidente de la Cámara de Senadores, Alejandro Armenta, a ambas legisladoras para tratar de superar el altercado.
Lo que parecía que iba a desencadenar en una agresión física, fue evitado cuando la senadora de Morena, Clitlalli Hernández, subió también a la tribuna para pedirle a Trasviña que se retirara para que continuara Téllez en su turno del uso de la palabra.
Previamente, el senador de Morena,Napoleón Gómez Urrutia, desde su escaño le gritó a Lilly Téllez “traidora, traidora”, a lo que la panista le respondió “callado, callado Napoleón, siéntese y espere sus croquetas”.
En otro punto del debate, el senador de Morena Félix Salgado Macedonio, desde su escaño le dijo a la senadora del PRI, Claudia Ruiz Massieu, que su padre José Francisco Ruiz Massieu, fue asesinado por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, tío de la legisladora.
Con lágrimas en los ojos, la senadora Ruiz Massieu le dijo a Salgado Macedonio: “no le permito que mencione a mi familia sin fundamento.”
Previo al debate, el senador Ricardo Monreal afirmó que el dictamen que esta tarde o noche votará el Senado para mantener a los militares en las calles en tareas de seguridad pública hasta 2028, es totalmente distinto al aprobado previamente en la Cámara de Diputados.
“Es un fantasma la Ley Alito”, dijo Monreal al señalar que se presentará una “adenda” o agregado a la minuta enviada por San Lázaro para establecer un control y seguimiento por parte del Poder Legislativo a la participación de los militares en tareas policiacas.
Adicionalmente, los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Seguridad Pública Federal (SSyPC) y Guardia Nacional, estarán obligados a comparecer periódicamente ante una comisión bicamaral de senadores y diputados, quienes evaluarán sus acciones en materia de seguridad.
Por tratarse de una reforma constitucional, el dictamen en el Senado debe aprobarse con más de dos tercios de los votos. Los grupos parlamentarios del PAN y de Movimiento Ciudadano señalaron que votarán en contra, mientras que en el resto de las bancadas se prevé un voto diferenciado.
Si el Senado aprueba este nuevo dictamen, se regresaría la minuta a la Cámara de Diputados para que la apruebe en el mismo sentido.
Previo a la discusión en el Pleno del Senado de la reforma militar que facultaría la presencia del Ejército en las calles en tareas de seguridad hasta 2028, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, informó que si esta noche el Senado aprueba esta nueva reforma, ya no habría consulta popular en la materia.
“La otra posibilidad es que transite esta reforma, que sean los legisladores capaces de construir una mayoría constitucional y regrese el dictamen o la minuta con las modificaciones propuestas por el Senado a la cámara de origen, y allá se discuta nuevamente.
“Si se aprueba (en el Senado) ya no habría razón de que el ejercicio participativo (consulta ciudadana), se llevara a cabo”, dijo Adán Augusto López, entrevistado en el Senado.
Con información de: Excelsior