El presidente expuso que éste es uno de los casos en el tramo de Xpujil a Chetumal que podrían provocar que la obra quede inconclusa, pero aseguró que en general no hay oposición al Tren Maya.
El presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que uno de los casos por el que podría quedar inconclusa la obra original del Tren Maya es porque por un terreno de 200 metros piden 25 millones de pesos y si no se paga, no pasa, “abusando”.
El presidente reconoció que su obra podría incumplirse por casos como éste en el tramo de Xpujil a Chetumal, pero aseguró que en general no hay oposición al Tren Maya.
Y aclaró que “ningún servidor público puede pagar más de lo que se establece en un avalúo y eso se da, pero también es la excepción, no es la regla, la mayoría de la gente está ayudando mucho”.
Agregó que de Xpujil a Escárcega son aproximadamente 150 kilómetros, son 16 ejidos, y en una semana se hicieron las 16 asambleas y las 16 anuencias.
Exhibió que en todos los casos se dieron las anuencias “sin avalúo, nada, todos firmando para que se pueda pasar, y si ya está en trazo, que se pase y después se hace el avalúo y se les paga”.
En esa actitud su gobierno les dice: “Si de por sí los queremos, pues con eso los queremos más, mucho más. Es reafirmar lo que siempre hemos sostenido, se burlan mis adversarios, los conservadores, porque ellos no toman en cuenta estos sentimientos, son muy fríos, se les ha endurecido el corazón”.
También acusó que quienes presentaron los amparos no eran ejidatarios, sino representes de grupos de intereses creados o asociaciones financiadas por el extranjero, “pseudoambientalistas, o quienes buscan sacar raja”, entre ellos los dirigentes de ejidos que refirió este lunes.
“No quieren llamar a asamblea porque la gente estaría a favor de que se autorice el paso del tren” y dijo que estas prácticas son “las malas mañas”.
Además de que se aplican programas sociales, también en el caso de Cancún, para tener un derecho de vía pavimentan la avenida Colosio y un puente para comunicar la zona turística de alrededor de 10 kilómetros, que, dijo, se tiene que construir por cuestiones de seguridad.
En la región de Escárcega, también por la invasión de la vía, ahora tienen que reubicar a los pobladores “y están contentos con deseos de que termine el tren”, afirmó.
Con información de: Proceso