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Guillermo Lasso aseguró que los ataques ‘son una declaratoria de guerra contra el Gobierno’ y los ciudadanos.
Ecuador vivió unas de las jornadas más violentas en su historia moderna. La noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre se registraron ataques en diferentes provincias del país sudamericano, dejando como resultado 5 policías muertos, vehículos quemados y explosiones en diversas partes del territorio ecuatoriano.
En las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas, dos bandas criminales conocidas como Los Lobos y Los Tiguerones, vinculados al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG),de acuerdo con medios locales y el portal Insight Crime, atacaron a las fuerzas de seguridad para evitar traslados de sus miembros presos. En ambas ciudades se registraron explosiones, coches bombas y varios tiroteos.
Los atentados se atribuyen directamente al CJNG. En redes sociales se difundió un video supuestamente realizado por las bandas criminales advirtiéndole al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, “que si quiere guerra, guerra tendrá”. Hombres con caras tapadas exigieron que dejaran en paz a los pabellones de las cárceles. “Nosotros nos activaremos acá, en todas las cárceles del país y en las calles también”.
Igualmente, en las provincias violentadas se encontraron panfletos presuntamente firmados por el CJNG con un mensaje dirigido a Lasso y al titular del la coordinación de penitenciarias del país, Guillermo Rodríguez, en el que le advierten que “si llegan a tocar” a los internos que pertenecen a su organización, usarán todo su poder logístico, armamento bélico, todas sus armas y tropas. “Créanlo, no son pocos”. Acusaron que Rodríguez está “vendido” a los cabecillas del grupo Los Choneros.
Tras los ataques, el presidente de Ecuador declaró el estado de excepción en las provincias de Guayas y Esmeraldas y confirmó el asesinato de cinco policías.
Después de cancelar un viaje a Estados Unidos, el mandatario ecuatoriano emitió un mensaje en la televisión nacional y vía redes sociales anunciando el estado de excepción y un toque de queda en dos provincias del país durante 45 días.
Lasso calificó de “sabotaje y terrorismo” los actos violentos ocurridos durante este martes, sosteniendo que “son una declaratoria de guerra contra el Gobierno” y los ciudadanos.
En este sentido, el presidente ecuatoriano ha afirmado que antes de su Gobierno “la narcodelincuencia vivía en un paraíso” y que ahora “se siente incómoda”, advirtiendo que en su gobierno “no les tienen miedo”.
“No nos temblará la mano a la hora de responder como se debe. ¡Y cuidado con apelar a los derechos humanos para solapar a la delincuencia!”, advirtió el presidente.
Asimismo, el mandatario de Ecuador liderará el puesto de mando que se instalará en Guayaquil para hacer frente a la oleada de violencia.
“El Gobierno Nacional tiene como prioridad garantizar la paz a los ecuatorianos, por lo que de manera frontal enfrenta este grave problema heredado de gobiernos anteriores que fueron permisivos y que no actuaron contra el crimen organizado”, ha destacado la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
Con información de: Crónica de Xalapa