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El proceso contra el exmandatario se engrosa con la acusación directa de Arturo Bermúdez Zurita, exsecretario de Seguridad Pública
David Lara Cruz es el nombre del expolicía estatal, desaparecido por sus propios compañeros de corporación, por el que Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz, seguirá en prisión enfrentando un nuevo proceso penal por desaparición forzada de personas.
El proceso contra el exmandatario deriva de datos de prueba que obran en otros procesos contra colaboradores de su gobierno y se engrosa con la acusación directa de Arturo Bermúdez Zurita.
Lara Cruz, de acuerdo con indagatorias, acudió el 12 de enero de 2016 a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a la realización de sus exámenes de control de confianza, pero ya no volvió a salir, pues fue interceptado por sus compañeros, sin que exista registro oficial de la detención ni puesta a disposición.
Se indica que por su desaparición fue abierto el proceso penal 169/2016 el 17 de enero de ese año, cuando Luis Ángel Bravo Contreras era el titular de laFiscalía estatal; dos días más tarde, se encontraron los restos de 19 personas en la zona conocida como La Barranca de La Aurora, en la Localidad de la Tinaja, en Emiliano Zapata.
La investigación, expuesta durante las audiencias contra Gilberto Aguirre Garza, Carlota Zamudio Parroquín y María del Rosario Zamora González, indica que estos tres subordinados de Bravo Contreras se confabularon, siguiendo órdenes, para ocultar este hallazgo, entre ellos el de David Lara Cruz.
El 20 de enero de 2016, un día después de dicho hallazgo, peritos adscritos a la Dirección General de los Servicios Periciales, a cargo de Aguirre Garza, así como Policías Ministeriales de la Delegación Regional, a cargo de Carlota Zamudio, se presentaron en el lugar donde estaban los 19 cuerpos, uno de los peritos encargado de levantar los cuerpos recibió una llamada de Gilberto Aguirre para justamente solo levantar seis cuerpos y dejar el resto, David Lara entre estos últimos.
Carlota Zamudio, por su parte, fue acusada de que el 21 de enero de 2016 ordenó que se alterara el informe sobre la inspección en el lugar del hallazgo que habían entregado elementos de la Policía Ministerial bajo su mando.
En el documento reportaban 19 cuerpos y diversos restos óseos, para que solo fuese reportado el hallazgo de seis, es decir, ocultando el hallazgo de los restos de Lara Cruz y de otras 12 personas de las que, a la fecha, se desconoce su identidad.
Sin embargo, la investigación indica que al final sí se levantaron los 19 cuerpos, pero Aguirre Garza ordenó, el 25 de enero, a una perito en dactiloscopía que había logrado identificar a Lara Cruz, que no informara sobre los resultados, mandando a su vez a un perito criminalista que llevara el cuerpo de David Lara a la localidad de Santa Ana, en el municipio de Alto Lucero, para simular que había sido encontrado en ese sitio y que había muerto en un enfrentamiento.
El 4 de febrero, Aguirre Garza ordenó informar que el cuerpo hallado en Alto Lucero correspondía al policía estatal; dichas instrucciones, de acuerdo con la Fiscalía, entorpecieron la carpeta abierta con motivo de la desaparición del elemento.
Hasta el momento, las autoridades desconocen el paradero de los 12 cuerpos, que aparentemente fueron entregados a Los Fieles, un grupo de élite que habría perpetrado desapariciones en distintos municipios de Veracruz durante el periodo de Arturo Bermúdez Zurita como secretario de Seguridad Pública.
El testimonio de Bermúdez Zurita es el que mantiene a Duarte en la cárcel. De esa declaración se destaca que en junio de 2018 el extitular de la SSP acusó al exfiscal Bravo Contreras y al exgobernador Javier Duarte de participar en el delito de desaparición forzada de personas, delito donde también el exsecretario está vinculado.
Su narración indica que, tras el hallazgo de los cuerpos en La Barranca, fueron citados por el exgobernador, que ya acarreaba el escándalo por la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, a manos también de policías.
En esa reunión les solicitó a ambos ocultar el caso pues “no se podía dar el lujo de un hallazgo masivo tan cerca de la Academia de policías, porque le iba a partir la madre”.
Bermúdez afirmó que Luis Ángel Bravo Contreras le habló a la entonces fiscal de Investigaciones Ministeriales, María del Rosario Zamora, para que se encargara de las diligencias en la barranca de «La Aurora» y sólo reportara el hallazgo de 6 cuerpos, hecho por el que también fue vinculada a proceso, junto con los otros exservidores públicos de la Fiscalía mencionados.
El testimonio de Arturo Bermúdez es la prueba madre de la Fiscalía para apuntar, por cadena de mando, a Javier Duarte de Ochoa como responsable de haber ordenado el ocultamiento del hallazgo del joven.
En las carpetas abiertas por hechos de este tipo, también están señalados, además de los exservidores públicos mencionados, el exdirector general de la Fuerza Civil, Roberto Meza; el exdirector general de las prisiones del Estado, José Óscar Sánchez Tirado, quien acaba de fallecer recluido y sin sentencia, así como el exdelegado de la SSP, Alfonso “N”.
Con información de: E-consulta Veracruz
