El juez Brian Cogan, que preside el juicio contra Genaro García Luna, excluyó el testimonio de Tirso Martínez Sánchez, “El Futbolista”, por considerar que sus dichos son rumores y pérdida de tiempo.
El juez Brian Cogan, que preside el juicio contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, excluyó el testimonio de Tirso Martínez Sánchez, mejor conocido como “El Futbolista”, por considerar que sus dichos son rumores y una pérdida de tiempo.
En el segundo día de alegatos en una corte de Brooklyn, “El Futbolista” se identificó como la persona encargada del envío de cocaína del Cártel de Sinaloa a Estados Unidos y estaba previsto que hoy 25 de enero de 2023 contara como dos socios suyos, identificados como Jorge y Anselmo, le habían ofrecido la posibilidad de hablar con García Luna para pagarle sobornos con el objetivo de garantizar la seguridad de los cargamentos de droga.
Asimismo, se esperaba una declaración suya sobre que lo tranquilizaron asegurándole que toda la Policía estaba comprada, lo que incluía al ex secretario de Seguridad.
«Teniendo en cuenta que no sabemos los nombres completos de Jorge o Anselmo, o si estos son sus nombres reales, la corte no permitirá que el jurado escuche lo que equivale a un rumor de culpabilidad del acusado», indica el juez Cogan en un escrito.
Además, el magistrado dio la razón a la defensa, que se había quejado de que los hechos que relataba el testigo se remontaban a los años noventa hasta 2000 y “quizá” 2001, cuando García Luna está imputado por delitos supuestamente cometidos entre 2001 y 2012.
Tirso Martínez Sánchez, «El Futbolista», es recordado por ser el dueño de Los Gallos Blancos del Querétaro, equipo de futbol que compró con dinero obtenido por traficar drogas a Estados Unidos.
En agosto de 2009, la Administración de Control de Drogas señaló a “El Futbolista” de ser el líder de una extensa red de importación, distribución y transporte de narcóticos, responsable del tráfico de varias toneladas de cocaína a Estados Unidos, ingresada por California y Texas hacia puntos estratégicos de distribución, que incluían Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
En la ficha de búsqueda del Departamento de Estado era señalado por introducir al menos 76 toneladas de cocaína a Estados Unidos en solo tres años, de 2000 a 2003.
De acuerdo con las investigaciones, fue con ese dinero que “El Futbolista” o “El Tío” adquirió varios equipos de futbol de la Federación Mexicana de Futbol: Los Gallos Blancos, Los Venados de Yucatán, el Irapuato y La Piedad.
Testimonios de los jugadores de esos equipos indican que “El Futbolista” les pagaba en sobres amarillos con billetes de 100 dólares. De esa manera, lavaba el dinero obtenido por el tráfico de drogas a Estados Unidos.
Fue hasta 2006 cuando la Federación Mexicana de Futbol decidió intervenir para frenar el lavado de dinero del narco y compró al narcotraficante todas las franquicias que tenía.
Con información de: Excelsior