Antes de suicidarse y después de asesinar a su hijo, la mujer escribió una nota de despedida que decía «soy una mala persona»
Un caso de homicidio y suicidio a conmocionado a la ciudad de Londres,capital de Inglaterra y del Reino Unido. Pues una joven madre de 37 años asesinó a sangre fría a su hijo de 5 años mediante puñaladas con un arma blanca. Luego de esto escribió una nota de despedida echándose la culpa y se quitó la vida. Los hechos ocurrieron el 21 de junio del año pasado, y quién descubrió esta trágica escena fue el esposo de la mujer, pues antes de quitarse la vida, ella se encerró junto con su pequeño en el dormitorio. Esto alarmó al hombre, quien tenía conocimiento previo de los padecimientos de salud mental que sufría su pareja. Inmediatamente llamó a la policía y entró la habitación forzando la chapa.
El nombre de la mujer de 37 años era Yi Chen. Asesinó a su hijo de solo 5 años, quien se llamaba Xingduan Yuan. Ambos fueron descubiertos por el señor Shuai Yuan, esposo y padre de los fallecidos. Esto ocurrió cuando el hombre conducía de regreso a su casa ubicada en el distrito suburbano de Londres, Barnet,después de llevar a su segundo hijo a la escuela. En el camino de regreso pasó por la farmacia para recoger la medicación para su mujer, ya que ella padecía depresión y ansiedad. Había buscado un tratamiento psiquiátrico para luchar contra ambas enfermedades mentales y combatir los pensamientos suicidas, la migraña y el insomnio. Él creyó su condición había mejorado, pero al poner un pie en su residencia se dio cuenta de que no fue así.
El señor Shuai Yuan descubrió que la puerta de su habitación estaba cerrada con llave y no escuchó respuesta de su esposa o hijo. Entró en pánico, llamó a la policía y entró por la fuerza al dormitorio. Cabe destacar que casi una semana antes, el 14 de junio, ella tuvo un acercamiento con un psiquiatra. Se reunieron por zoom y tenían la confianza de que también lo había a él. Sin embargo jamás se vieron en persona. Acordaron un plan de manejo para el tratamiento y aunque todo parecía que marchaba bien, el esposo declaró ante el Tribunal Forense del Norte de Londres que en retrospectiva, se dio cuenta de que ella había estado ocultando lo que en realidad estaba sucediendo.
Puntualizó que en anteriores ocasiones, ella sí había hablado abiertamente con los médicos de cabecera, psicólogos y un psiquiatra privado sobre sus pensamientos suicidas. Así que le resultaba desconcertante que ahora mintiese y ocultase su estado de salud mental. Por su parte, el forense Andrew Walker, narró la versión del peritaje de los hechos ocurridos ese día. El señor Shuai Yuan se despertó —como comúnmente lo hace— con una alarma en su teléfono a las 7:20 horas de la mañana. Luego vio un mensaje de su esposa a las 7:50 horas que decía que no quería que el infante Xingduan Yuan fuera a la escuela.
Finalmente fue a buscar a su otro hijo para llevarlo al colegio, regresó a las 11:20 a la casa pero se percató de que el niño que sí acudió a clases había olvidado su corbata del uniforme. Así que a las 11:50 le llevó la prenda de vestir al instituto, luego pasó por los medicamentos de su esposa y exactamente a las 13:00 horas tocó la puerta del dormitorio. Al verla cerrada entró en pánico, llamó a las autoridades, rompió con un martillo el cerrojo para poder entrar y fue cuando encontró a la señora Yi Chen y a su hijo de 5 años Xingduan Yuan en la cama, pero ya muertos. Por su parte, Martin Slatterly, de la Unidad de Delitos Graves de Hendon, dijo que la policía recibió una llamada al 999 de la casa ubicada en Brookside South.
«La persona que llamó dijo que su esposa y su hijo se habían suicidado en la habitación y que les habían cortado la garganta y que estaban fríos al tacto. El señor Shuai Yuan estaba comprensible e increíblemente angustiado». El oficial que acudió a la escena del crimen explicó que encontró un «agujero del tamaño de un puño» junto a la puerta que se usa para abrirla desde el exterior y aunado a esto, se descubrió un cuchillo ensangrentado y una nota en mandarín.
La nota parecía ser de la señora Yi Chen, y decía: «no tengo miedo a la muerte, quiero terminar con el dolor físico y mental que sufro. Me he llevado a Xingduan conmigo. Yo soy una mala persona.» Finalmente el forense dictaminó que el infante murió por un homicidio ilegítimo, mientras que la madre de 37 años, por un suicidio. Ambas heridas hechas con un cuchillo. El infante fue encontrado en su cuna con una herida fatal en el cuello. Cabe recalcar que el peritaje señaló que en sus cuerpos no había sustancias como drogas o alcohol, y que ambos se encontraban físicamente sanos.
Con información de: El Heraldo de México