La enfermera María Eugenia Villagomez Ramírez dijo que le gusta mucho su profesión ya que le ha dejado grandes satisfacciones
María Eugenia Villagomez Ramírez a los 20 años supo que quería ser enfermera, tiene 78 años y 58 de servicio en el hospital general Córdoba-Yanga. Sus primeras practicas las hizo en la Cruz Roja de Orizaba gracias a una tía con la que vivió varios años.
Con el paso del tiempo llegó a residir a esta ciudad de Córdoba y su tía tenía amistad con unas monjas que en este entonces atendían este nosocomio, les dijo que ella tenía un curso de enfermería y le gustaba mucho atender enfermos, de esta manera primero estuvo a prueba durante dos años y posteriormente ingresó de manera formal a laborar en 1964 y hasta la fecha se mantiene activa atendiendo con mucho amor a los pacientes.
En entrevista, dijo que le gusta mucho su profesión, es ágil, se siente fuerte y sabe que debe retirarse a tiempo, pero por ahora tiene mucho que dar y aprender de las nuevas generaciones a quienes les trasmite su experiencia.
Su traje es impecablemente blanco, camina aprisa entre los pasillos del hospital el cual conoce en cada rincón y cada área pues ha estado en todas y cada una de ellas desde hace mas de cincuenta años.
Su satisfacción personal es que ha hecho muy bien su trabajo, no ha cometido errores y considera que su labor la hace con amor, paciencia, respeto y educación como le enseñaron, pero además se complementa con su vocación de servicio.
Son muchas anécdotas y experiencias que nos relata pero también reconoce que las nuevas generaciones le aportan otros conocimientos, se retroalimentan, ambos aprenden y ella está a gusto con enseñar y aprender de las y los enfermeros que llegan.
Labora 8 horas de lunes a viernes en este hospital y por las tardes disfruta de su familia, sus amigas y sus tardes de café, pues para todo hay tiempo.
Señala que sabe que llegará el momento para jubilarse, pero por el ahora insiste que se siente fuerte, que no le tiembla la mano, que escucha bien y camina rápido, no le duele nada, mientras pueda seguirá trabajando en atención a los pacientes.
El mensaje para los jóvenes es que hagan bien su trabajo, con amor, que traten bien a los pacientes y que no se desesperen pues todo se logra con mucha paciencia.
Finalmente reconoció la labor de las mujeres en todos los ámbitos, pues no solo trabajan en casa, también en sus centros laborales, generan recursos, cuidan a su familia y además muchas son violentadas, lo cual considera que se ha incrementado en los últimos años y en eso deben trabajar las autoridades en conjunto con la sociedad.
Con información de: Diario de Xalapa