La agrupación cumple 16 años de luchar por erradicar y hacer visible la violencia contra las mujeres indígenas en la Sierra de Zongolica
La pobreza, la violencia y la discriminación que viven las mujeres indígenas es multifactorial y es producto de una sociedad que, a lo largo de la historia, las marginó sistemáticamente y las mantuvo en situación de desventaja y vulnerabilidad frente a los hombres y las mujeres no indígenas, expone Kalli Luz Marina.
A 16 años de lucha por erradicar y hacer visible los diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres indígenas, con principal atención aquellas que habitan en la Sierra de Zongolica, el Centro de Derechos Humanos Kalli Luz Marina A. C., reitera su compromiso, tal como declaró su gestora cultural Gabriela Citlahua Zepagua.
“Son 16 años caminando con mujeres, de la Sierra de Zongolica por la dignidad y la justicia, 16 años haciendo todo lo posible para visibilizar las múltiples luchas y violencias que viven estas mujeres”, aseveró acompañada de la abogada de la organización, Elizabeth Guevara Mitzi.
Lamentaron que en la actualidad persista la desigualdad, la discriminación racial y étnica hacia las mujeres y niñas indígenas que son víctimas de diversos tipos de violencia, que son el resultado de estructuras patriarcales, pasando por encima de sus derechos humanos, por lo que hicieron un llamado enérgico a las autoridades responsables de impartir justicia, para cada caso de violencia, no quede impune ni en el olvido.
«Hoy exigimos a las autoridades especialmente a la impartición de justicia para que puedan hacer algo al respecto y esto no siga quedando impune y las violencias que nosotras vivimos no queden como siempre han quedado: archivadas y ahí en el olvido», acusó Zitlahua Zepahua.
Detallaron que, durante el año pasado, la mala situación económica provocó un incremento importante en el fenómeno de la migración de los “jefes” del hogar en la Sierra de Zongolica, lo que significó una carga mayor de responsabilidades en la mujer durante la ausencia temporal o definitiva del esposo, pues al quedarse solas con las hijas e hijos menores se convirtieron en sujetos vulnerables.
Aunado a lo anterior, advirtieron que, el alcoholismo y la drogadicción son factores que suman a la inseguridad de las mujeres, al revelar que la presencia del crimen organizado en las comunidades serranas ha provocado el aumento en el consumo de drogas y con ello, los actos delincuenciales.
Para este año, el Centro de Derechos Humanos Kali Luz Marina A. C. Kali Luz Marina reveló que, en su agenda tienen consideradas una serie de actividades enfocadas a fortalecer los derechos que tienen como mujeres indígenas, a exigir un alto a la violencia en sus distintas modalidades y que sus violentadores o verdugos reciban el castigo que merecen.
Además, se pronunciaron por solicitar que las autoridades responsables en la impartición de Justicia como es la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Coordinadora Especializada en Investigación de Delitos de Violencia contra la Familia, Mujeres Niñas y Niños y Trata de Personas del Estado, agilicen los procesos de investigación, haya empatía con las víctimas y les den un trato digno y no las revictimicen, para lo cual consideraron que, es importante que, el personal esté debidamente capacitado con perspectiva intercultural y de género.
“Nos hemos encontrado casos de negligencia, pues no es posible que el personal de las fiscalías se lleve más de tres o hasta siete años en la integración de una carpeta de investigación, esto solo es el resultado de la falta de compromiso y seriedad para que las mujeres indígenas tengan acceso a la justicia […] Promovemos y defendemos los derechos que les corresponden a ellas, sí a ellas que no se ven, que no se encuentran y no se cuentan», puntualizaron.
Con información de: E-consulta Veracruz