“¿Alguien me reconoce? Busco a mi madre”, dice Carlos, 20 años después de que fue robado

“¿Alguien me reconoce? Busco a mi madre”, dice Carlos, 20 años después de que fue robado

Fue vendido cuando tenía 4 años a una pareja de Hidalgo. Pidió ayuda en las redes sociales de la Policía Cibernética para localizar a su familia sanguínea. “Deseo de todo corazón encontrar a mi querida madre, pues sé que en algún lugar ella sigue sufriendo por no tenerme”, escribió.

Después de 20 años, Carlos busca a su madre biológica. Fue robado y vendido cuando tenía 4 años. Pidió ayuda en las redes sociales de la Policía Cibernética, esperando que su fotografía e historia lo ayuden a localizar a su familia.

Cuando fue sustraído, Carlos fue subido a una camioneta blanca, alejándolo de su madre y hermanos. Después, lo vendieron a una pareja de Hidalgo. Creció sin saber sus orígenes ni qué había pasado con su verdadera familia.

Sus padres adoptivos nunca le quisieron dar detalles sobre sus orígenes ni cómo consiguieron un acta de nacimiento para inscribirlo a la escuela.

Dijo que recuerda vagamente a sus hermanos biológicos: dos niños y una niña, pero no recuerda sus nombres.

Como señas particulares tiene cicatrices de quemaduras en el abdomen y en los brazos.

“¿Alguien me reconoce? Busco a mi madre. Hola, mi nombre es Carlos y busco a mi madre biológica; cuando era pequeño, de aproximadamente 4 años, fui robado. No recuerdo el lugar, sólo que me subieron en una camioneta blanca, me llevaron y nunca más volví a ver a mi mamá.

“Luego, fui vendido a una pareja en el estado de Hidalgo. Recuerdo que tengo hermanos: dos niños y una niña, pero no recuerdo sus nombres. Ahora tengo entre 26 a 28 años. Tuve una vida ‘normal’ con esta pareja, estudié hasta preparatoria; nunca he entendido cómo estos padres que me criaron pudieron inscribirme en la escuela ni cómo consiguieron un acta de nacimiento para mí”.

Dijo que ellos nunca le han querido dar información sobre sus orígenes.

“Deseo de todo corazón encontrar a mi querida madre, pues sé que en algún lugar ella sigue sufriendo por no tenerme; he sufrido tanto, quiero abrazarla y no soltarla nunca más. Siempre sueño con nuestro reencuentro.

“Mamita, te busco y le pido a Dios por todos aquellos niños que son arrancados sin piedad de sus familias por personas sin sentimientos. Te amo, madre, y sé que, si Dios me mantuvo con vida por tantos años, eso me da una señal de que te voy a encontrar y volveremos a ser felices. ¡Por favor, necesito de ustedes! Estas fotografías fueron tomadas por mis padres adoptivos».

Con información de: Proceso

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