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Roberto Navarro López, director de la Comisión para la Prevención de la Fiebre Aftosa y Otras Enfermedades de los Animales (CPA) advierte que si la enfermedad crece de manera natural, entre el 90 y el 100 por ciento de las aves se van a morir.
México comenzó a trazar la ruta de respuesta ante un brote en humanos de la gripe aviar A/H5N1, considerada de la más letal, a través de fortalecer la vigilancia epidemiológica con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ante el anuncio de que en Ecuador ya se registró el caso de una menor contagiada por animales de corral.
“Se encuentra en elaboración una hoja de ruta de influenza aviar en la interfaz animal-humano que incluye al sector de salud animal y humano. Con esta colaboración se elaborará una guía nacional intersectorial para la vigilancia epidemiológica y la atención de la influenza aviar en la interfaz animal-humano”, de acuerdo con el documento Plan de Gestión a Largo Plazo para el Control de la covid-19.
Y es que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una alerta epidemiológica, a principios de año, ante “la creciente detección de focos de influenza aviar altamente patógena en aves, registrada en 10 países de la Región de las Américas, y la reciente confirmación de una infección humana de influenza A(H5) en América Latina y el Caribe” en una niña de nueve años en Ecuador.
Se trata de una alerta que subió de nivel cuando la Organización Mundial de la Salud advirtió el pasado 23 de mayo que después del covid-19, puede surgir “otro patógeno aún más mortal».
“La amenaza de que surja otra variante que provoque nuevas oleadas de enfermedad y muerte permanece, y la amenaza de que surja otro patógeno con un potencial aún más letal permanece”, alertó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
El mundo esperaba la gran pandemia por enfrentar a la gripe aviar, antes de pensar en covid-19. Por su alta letalidad, solo se han reportado, en los últimos 20 años, 868 casos de contagios con este tipo de cepa entre humanos y 457 decesos, básicamente en Asia, en algunos países de Europa y de África.
Sin embargo, el pasado 7 de enero de 2023, se encendió la alerta en Ecuador tras identificar a una niña de nueve años, infectada con influenza A(H5) luego de estar en contacto con aves de traspatio infectadas que murieron sin causa aparente. Los informes oficiales reportan la menor, considerada el segundo paciente infectado dentro de la región, el primero fue en Estados Unidos, en abril de 2022, estuvo en estado crítico, con ventilación mecánico, y con antivirales. Finalmente, salvó la vida. Fue dada de alta el 17 de febrero de 2023. No contagió a más familiares.
En México sólo se han registrado casos de gripe aviar en aves. Senasica reportó el primer caso en octubre de 2022, en un Halcón entrenado para cazar aves, en Metepec, Estado de México. El Halcón falleció el 9 de octubre, pero luego se registraron brotes en patos y en diversas especies en granjas, traspatios, de Los Altos de Jalisco, Nuevo León, Sonora, Yucatán y Aguascalientes.
En entrevista con Roberto Navarro López, director de la Comisión México Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y Otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA), de Senasica explicó que “tuvimos un registro de expuestos de 6.4 millones, de los cuales, 800 mil ya habían sacrificado… y todas las demás gallinas, básicamente eran gallinas en producción, se sacrificaron bajo métodos de intoxicación por Co2 y los vacíos sanitarios, que son entierros humanitarios”.
Pero además se aplicaron “poco más de 12 millones de dosis que fueron autorizadas”, por lo que “el último caso lo tuvimos el 21 de marzo de 2023, o sea que ya prácticamente tenemos tres meses, casi tres meses, de que demostramos que ya no hay circulación del virus en México”.
La vigilancia en México depende de lo que sucede en Estados Unidos donde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) confirmaron el primer caso de contagio humano en abril de 2022. En ese país se han sacrificado más de 58 millones de aves de corral y silvestres.
“Lo que sucede en Estados Unidos va a ser nuestro parámetro para identificar lo que puede llegar en la próxima migración. Ya sabemos los lugares donde se puede presentar. Tenemos que ver si el virus sufre algunas mutaciones. Los virus cambian constantemente y tendríamos que ver ese punto porque las vacunas tienen que estar de manera muy específicamente homologadas a los virus de campo”, explica información oficial.
La vigilancia epidemiológica se hace a través de los reportes de riesgo de la población avícola, de los veterinarios, y de la gente. “Cuando hay una enfermedad que está matando a sus animales, se cuenta con un programa de nombre Vigilancia en puntos de contacto y se tienen más de 19 mil expertos en todo el país, asimismo, 88 médicos veterinarios que pueden hacer las investigaciones en menos de 24 horas.
“Se mandan las pruebas al laboratorio, levantan la información epidemiológica y muestras de campo, las cuales son remitidas a los laboratorios de alta seguridad. El laboratorio recibe las muestras, al año se hacen hasta 2 mil, de aves tanto del sector rural como silvestres o aves de producción comercial. Si el laboratorio detecta en las pruebas moleculares, un virus de alta patogenicidad, lo reporta a nivel de campo y se hace una investigación en un margen de cinco kilómetros a la redonda, se pone en cuarentena del estado, se monta un centro de operaciones de emergencia sanitaria, se ponen restricciones y para influenza aviar, el estado no puede movilizar sin tener pruebas de laboratorio o de PCR mayores a siete días, en el área afectada. Si las aves están infectadas, son sacrificadas, enterradas, se hace un lavado, el desinfectado del predio y se evalúa la bioseguridad para levantar la cuarentena cuando ya no existe un riesgo”.
Las pruebas de PCR se pueden hacer con fluidos, excretas, con sangre; con cualquier órgano del cuerpo. La muestra es inoculada en embriones de pollo y al morir, se hacen pruebas de confirmación del virus, se manda a una secuencia viral para determinar si tiene o no mutaciones.
En México, la Unión Nacional de Avicultores, reporta que hay 556 millones de aves en producción, solo en pollo de engorda se manejan 300 millones de pollos y tenemos cinco ciclos, es decir, se llegan a tener mil 500 millones de pollos de engorda. Se contabilizan alrededor de 100 millones de aves de traspatio y varios millones de aves silvestres.
“Los animales empiezan a dejar de consumir el agua (que tenían que consumir, o el alimento que tenían que consumir. Empiezan a tener algunas anormalidades y de comportamiento de ellos). El huevo, por ejemplo, si son aves de postura, pueden aparecer sin la cáscara o deforme. Ya cuando las aves están enfermas, los animales mueren muy rápido, presentan un amoratamiento en la cabeza, de la cresta, de las barbillas, inclusive en la piel de las patas y se observan hemorragias”, dijo Navarro López.
“Si la enfermedad crece de manera natural, entre el 90 y el 100 por ciento de las aves se van a morir, ese es el desastre que puede ocasionarse, se transmite muy fácil, a través del aire, en una caseta, el virus se elimina también por las excretas, entonces hay una gran contaminación y una rápida difusión… cuando hay mucha exposición pues existe el riesgo de que una persona pueda también infectarse”, añadió.
Y la pregunta, México está blindado. “Yo no hablaría de blindado, yo hablaría de preparado; o sea, estamos preparados para enfrentar un problema de este tipo, pero siempre se requiere de la notificación”.
Con información de: Crónica de Xalapa
