Por lo menos cuatro perros salvajes mordieron en más de 30 ocasiones a una joven de 24 años de edad, quien corría por una playa de Australia
El entrenamiento de una joven corredora de 24 años de edad concluyó de una manera trágica, luego de ser salvajemente atacada por una manada de perros salvajes en la isla de K’Gari en Queensland, Australia.
De acuerdo con reportes locales, Sarah Peet salió a hacer ejercicio en Orchid Beach, uno de los sitios turísticos más atractivos de la isla K’Gari, cuando al filo de las 9:15 de la mañana fue sorprendida por la jauría de perros salvajes.
Debido al ataque, Peet corrió hacia el mar para tratar de liberarse de los perros, pero fue tal su virulencia que le fue imposible. Dos personas que paseaban por el lugar corrieron en su auxilio, aunque una de ellas también fue lastimada.
Minutos más tarde, la joven fue atendida por su mamá, quien es enfermera, y trasladada en helicóptero a un hospital ubicado en la localidad de Hervey Bay para ser atendida en las más de 30 lesiones que le fueron proferidas por los cánidos.
Las autoridades de la región señalan que uno de los perros salvajes, catalogados como dingos, tenía un collar que advertía de su peligrosidad en contra de los humanos, por lo que es muy probable que sea sacrificado.
Aunque no hay consenso científico sobre si los dingos son perros o no, para las leyes australianas todos los cánidos en estado salvaje son considerados perros. Los dingos están bajo estrictas leyes de protección, por lo que el sacrificio de uno de ellos es un tema que se estudia a profundidad.
Los ataques de dingos contra humanos son cada vez menos frecuentes. El más reciente data de junio pasado, cuando un ejemplar mordió en una nalga a una turista francesa. Sin embargo, de acuerdo con la guardia Linda Behrendorff, la pandemia pudo hacer que los dingos le hayan perdido el miedo a los humanos.
Con información de: El Heraldo de México