Tanto las autoridades de Canadá y Reino Unido, así como la Interpol, investigan el caso del chef canadiense Kenneth Law; que habría vendido esos paquetes al menos a 40 países.
El FBI de Reino Unido inició una investigación formal en torno a un chef canadiense, Kenneth Law, de 57 años, que se encuentra bajo escrutinio después de ser vinculado con hasta 88 muertes por supuestamente vender veneno a personas suicidas en línea.
La Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) del Reino Unido está colaborando en la identificación de las víctimas potenciales de Law, quien fue arrestado por las autoridades canadienses poco después de que el periódico «The Times» publicara sus graves acusaciones en su contra. El chef enfrenta cargos de ayuda al suicidio y está programado para comparecer ante un tribunal en Ontario. Si se presentan acusaciones relacionadas con muertes en Gran Bretaña, Law podría ser extraditado desde Canadá.
La Interpol, entregó a la NCA una lista de clientes británicos de Law, conocido por su negocio bajo el nombre «Ley 232». Esta lista permitió a las autoridades determinar cuántos de estos clientes habían perdido la vida. En colaboración con agentes especialmente entrenados, la agencia de Inteligencia ha tomado la decisión de llevar a cabo una investigación para esclarecer posibles delitos penales cometidos en el Reino Unido.
Law ha enviado paquetes a más de 40 países, incluyendo Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda e Italia. En Australia, se sabe que al menos diez paquetes han sido vinculados con varias muertes en el país.
Se ha informado que los kits de suicidio enviados por Law contenían una mezcla de polvos que debían ser combinados para crear un veneno letal. Además, estos paquetes incluían un libro sobre el suicidio. Las víctimas de Law incluyen a adolescentes y jóvenes de entre 20 y 30 años, lo que agrava la gravedad de este caso.
A principios de este año, Law reveló a un periodista encubierto del Times que «muchas, muchas» personas habían perdido la vida debido a sus productos. El chef incluso se jactó de que algunos compradores le habían dicho que estaba haciendo «la obra de Dios». Law confesó que comenzó a vender veneno después de presenciar el sufrimiento de su madre tras un derrame cerebral.
Uno de los casos más desgarradores es el de Anthony Jones, un joven de 17 años de Michigan, que supuestamente cayó víctima de Law. Según la abogada de Nueva York, Carrie Goldberg, Jones ingresó corriendo a la habitación de su madre en plena madrugada, pidiendo desesperadamente que llamaran a los servicios de emergencia después de ingerir la sustancia. A pesar de los esfuerzos, no pudo sobrevivir.
En Reino Unido, Tom Parfett, de 22 años, Michael Dunham, de 38, Neha Raju, de 23, y un estudiante de 21 años murieron después de comprar productos de Law. El padre de Parfett declaró: «Creo que mi hijo todavía estaría vivo si no fuera por este hombre y esta sustancia». La sistencia en un suicidio es ilegal tanto en el Reino Unido como en Canadá, con penas que pueden llegar hasta los 14 años de prisión.
Con información de: Excelsior