El interés en torno a los movimientos telúricos ha ido en aumento por la próxima llegada del mes de septiembre
Debido a que los temblores más devastadores en la historia en México han ocurrido durante el mes de septiembre se originó un mito que sugiera que existe una temporada de sismos en el país, además, cientos de personas se han cuestionado si es posible predecir estos fenómenos naturales, por ello, en esta ocasión te te diremos lo que dice al respecto el Departamento de Sismología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para empezar a abordar el tema es importante señalar que el mito de la temporada de sismos está relacionado con la temporada de lluvias, la cual, alcanza mayor intensidad durante julio, agosto y septiembre y es precisamente durante estos meses en los que han ocurrido algunos de los terremotos más devastadores en la historia del país como “el temblor del Ángel” (28 de julio de 1957) Los 19S (19 de septiembre de 1985 y 19 de septiembre de 2017), así como “el de Juchitán” (7 de septiembre de 2017).
Al respecto, Luis Quintanar, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostiene que la temporada de sismos simplemente no existe y descartó que exista alguna relación entre la temporada de lluvias y los temblores.
“En el mes de septiembre surgen creencias de que hay épocas en las que tiembla, así como las hay para las lluvias. Hay que dejar claro que los sismos se originan al interior de la Tierra y nada tienen que ver con fenómenos atmosféricos. Los sismos suceden a lo largo del año y hay que estar preparados”, declaró el experto para la Gaceta de la UNAM.
Por otra parte, el investigador del Departamento de Sismología señaló que, si bien la actividad sísmica en la zona centro del país es alta, esto no significa que todos los movimientos sean de riesgo, además, mencionó que si se escucha hablar frecuentemente de estos fenómenos es simplemente gracias a la red de monitoreo que se tiene desplegada en distintos puntos del Valle de México y detalló que prácticamente en todo el mundo se produce actividad sísmica, aunque en distintas magnitudes.
Para finalizar, Quintanar Robles señaló que la extracción de agua del subsuelo en el Valle de México puede ser un factor que incremente la actividad sísmica, sin embargo, aclaró que no es el único ni el principal y en adición ello señaló que mientras no se puedan predecir los sismos lo único que se puede hacer es tratar de trabajar para disminuir los daños en este tipo de fenómenos por lo que recomienda revisar las construcciones y reforzarlas en caso de que sea necesario, efectuar simulacros y ofrecer capacitaciones para saber cómo actuar en una emergencia.
“Mientras no podamos predecirlos lo que nos queda es mitigar los posibles daños, haciendo caso a las autoridades, efectuar simulacros y tomar estos fenómenos en su punto cabal”, finalizó el experto del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con información de: El Heraldo de México