Parlamento Veracruz.
Juan Javier Gómez Cazarín*
Hace 85 años, cuando el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó la industria petrolera, hubo quienes en el extranjero y en México apostaron a que los trabajadores mexicanos simplemente no iban a poder operar los pozos petroleros y las refinerías. “Ya las expropiaron, ahora a ver qué hacen con ellas”.
No sólo los altos jerarcas, sino muchos mandos medios eran ingleses o estadounidenses. Los manuales -cuando había- estaban en inglés.
A muchos les produjo burla que mexicanos sin la formación técnica del extranjero pretendieran sacar adelante los -ya en esa época- complejos procesos de extracción y refinación.
A últimas, dijeron, a ver quién les vende las piezas de recambio. Ni modo que ellos las fabriquen en México, ¿no?
Parece que el pensamiento clasista y racista de la Derecha es el mismo en todas las épocas y en todos los tiempos.
No hace falta decir que los mexicanos sacaron la casta y demostraron –hasta la fecha- ser de los mejores técnicos del mundo.
Recordemos que en su momento de esplendor, antes de que el neoliberalismo de PRIAN le partiera el queso, el Instituto Mexicano del Petróleo era líder mundial en creación de tecnología, que además compartíamos con países petroleros como Brasil y Venezuela.
Y 85 años después, Rocío Nahle García cumplió con una tarea que hace cinco años los odiadores de México celebraban como imposible: construir desde cero una refinería nueva para recuperar la autosuficiencia de gasolinas en nuestro país.
La mala leche y los deseo de fracaso de quienes deseaban (y que siguen deseando) que le vaya mal a nuestro país chocaron con un muro de patriotismo, talento, compromiso y vocación de servir a México.
Rocío Nahle y su genial equipo de técnicos mexicanos en Dos Bocas taparon muchas bocas.
Los malquerientes de la 4T no saben (y si saben no les importa) que su anhelo de ver fracasar a todo lo que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador es, en el fondo, un deseo perverso de que el país fracase.
Se van a quedar con las ganas, como ya lo demostró también el Tren Maya, que el Presidente recorrió este fin de semana y que será inaugurado en diciembre.
La refinería Olmeca ya produjo “gasolina primaria”, que es el primer resultado de la fase de pruebas. ¿Qué dirán cuando produzca magna o diésel? No tengo idea de que cosa vayan a inventar. La neta es que en creatividad para construir infamias sí me ganan.
Hoy no queda más que celebrar este logro de la 4T y de una veracruzana de la que estamos orgullosos. Rocío Nahle García: Veracruz te reconoce, te respeta y te quiere.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.