En agosto pasado, después de que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) alertó que el riesgo de extinción de la vaquita marina iba en aumento, el Fondo Mundial para la Naturaleza instó a cambiar los métodos de pesca dentro del hábitat crítico de esas marsopas.
Poco más de un año después del arranque del proyecto de instalar bloques de concreto en la Zona de Tolerancia Cero (Zo) para proteger a la vaquita marina, el equipo a cargo del crucero de observación en el Alto Golfo de California consideró que esa área ya se ha convertido en un “santuario” para ese ejemplar.
En un informe, el equipo a cargo se mostró optimista, pues gracias a los primeros bloques instalados se ha reducido la presencia de embarcaciones y el despliegue redes de enmalle.
De acuerdo con el documento, las investigaciones sobre la vaquita marina arrojan en 2023 resultados que fortalecen las esperanzas de conservación de esa especie en peligro.
El equipo de investigación da seguimiento al proyecto de protección de la vaquita marina, diseñado para avanzar en dos etapas
La primera etapa, actualmente en marcha, implica instalar 64 estructuras a lo largo del perímetro de la Zo y en profundidades que superan los 20 metros al sur de ese polígono.
La segunda etapa, que se iniciará una vez se haya actualizado el Acuerdo Regulatorio de Pesca 2020, planea instalar 152 estructuras en áreas adyacentes donde se haya registrado la presencia de vaquitas.
La ampliación del proyecto está supeditada al cumplimiento de la normativa ambiental vigente, lo que plantea interrogantes sobre cómo se asegurará que las regulaciones se respeten de manera y al final redunden en una protección efectiva de esta especie endémica del Alto Golfo de California.
La colocación del total de los 216 bloques de concreto se lleva a cabo mediante los buques balizadores Virgo y Sagitario.
A principios de agosto el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) hizo un llamado para cambiar los métodos de pesca dentro del hábitat crítico de la vaquita marina, después de que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) alertara sobre la extinción de esas marsopas.
Los resultados arrojados en 2023 por el informe del crucero de investigación de la vaquita marina renuevan la esperanza en la conservación de esta especie actualmente en peligro de extinción.
El informe confirma que las vaquitas están en mejor situación de lo que se esperaba inicialmente.
Al inicio del proyecto, 2018, la disminución de la población era tal que había grandes probabilidades de que la vaquita se extinguiera en ese año. Sin embargo, los datos genómicos que se han obtenido permiten considerar que la especie es menos vulnerable a problemas genéticos que otras poblaciones pequeñas.
Además, las observaciones realizadas desde 2018 indican que al menos 10 vaquitas aún permanecen en la Zona de Tolerancia Cero y se han detectado múltiples grupos de vaquitas de manera simultánea.
También se ha registrado una reducción de 90 por ciento en la cantidad de pangas en la Zona de Tolerancia Cero en los últimos meses.
El informe destaca que es necesario continuar con los esfuerzos de monitoreo y conservación de la vaquita marina, así como con la expansión de las áreas de monitoreo acústico, aunque advierte que la viabilidad del proyecto también depende de atender otros problemas, como el robo de equipos o el asegurar el mantenimiento de los bloques de concreto.
Con información de: Proceso