De seguir la tendencia, se espera que en el 2050 haya 74 separaciones por cada 100 casamientos
La dinámica demográfica en México es sumamente compleja. No sólo está caracterizada por un crecimiento que no se detiene; por una mortalidad determinada por las enfermedades crónico-degenerativas; por una migración tanto interna como internacional, además de la crisis de la migración de tránsito.
Adicionalmente, se encuentran las tendencias de nupcialidad, las cuales están cambiando aceleradamente en las últimas décadas.
Crecen los divorcios, se reducen los matrimonios De acuerdo con los más recientes datos del Inegi, el número de matrimonios ha tenido una disminución importante en las últimas dos décadas. En efecto, en el año 2003 hubo en México 584,142 matrimonios en todo el país, llegando a la cifra récord de los últimos 20 años en el 2004, con 600,563 matrimonios. La cifra se mantuvo relativamente estable en los siguientes 10 años, pues el promedio entre 2004 y 2014 fue de 581,216 matrimonios por año.
A partir de esa fecha, ha habido disminuciones importantes. Así, en 2015 hubo 558,022 casos; con una disminución continuada hasta llegar en el 2019 a 504,923 matrimonios. Sin embargo, en los años 2020 y 2021, muy probablemente asociado a la pandemia de la covid-19, las cifras se redujeron a 335,563 y a 453,085 matrimonios en cada uno de esos años, respectivamente. Finalmente, en el año 2022, la cifra se ubicó en 507,052 matrimonios.
Por el contrario, el número de divorcios ha tenido una tendencia creciente sostenida, con excepción del año 2020. En efecto, en el año 2003 se registraron 64,248 divorcios en el país; para el año 2010, la cifra se ubicó en 86,042, es decir, hubo un incremento de 33.9% en ese periodo. Para el año 2015 la cifra creció a 123,883 casos de divorcios, lo que significó un incremento de 43.9% respecto de la cifra del 2010; pero de 92.8% respecto del 2003, es decir, casi el doble de casos en solo 12 años. Para el año 2919 la cifra había llegado a 160,107 casos, es decir, una cifra 86% superior a la registrada 10 años atrás.
Por su parte, en el 2020, el año del confinamiento obligado por la pandemia, la cifra fue de 92,739, la cual es evidentemente atípica, pues en el año 2021 creció una vez más a 149,675 casos; y para el año 2022, el último la cifra registrada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, constituye un nuevo récord, con 166,766 casos, una cifra 53.38% superior registrada 10 años atrás.
De acuerdo con el Inegi, los datos absolutos implican un acelerado crecimiento de la relación divorcios-matrimonios: en el año 2003 la relación fue de 11 divorcios por cada 100 matrimonios; para el año 2010 la relación creció a 15.1; para el 2015 llegó a 22.2 divorcios por cada 100 matrimonios; en 2020, a pesar de la disminución en magnitud de ambos casos, la relación se ubicó en 27.6, pero en 2019 había sido de 31.7. Para el año creció una vez más a 33 divorcios por cada 100 matrimonios, mientras que en 2022 la cifra es de 32.9.
En el año 2022, frente al promedio nacional ya señalado para la relación divorcios- matrimonios, Campeche registró una estadística de 65.3; Nuevo León, de 60.8; Tamaulipas, de 56.9; Coahuila, de 52.1 y Chihuahua, de 50.1; en contraste, las tasas más bajas son de Veracruz, con 14.2; Chiapas, con 17.1 y Jalisco con 19.6 divorcios por cada 100 matrimonios.
De acuerdo con la información oficial, en México, en el año 2022 hubo 33 divorcios por cada 100 matrimonios, casi un divorcio por cada tres uniones. Sin embargo, las diferencias entre estados son notables: en Campeche, Nuevo León y Tamaulipas, el indicador está por arriba de 55 divorcios por cada 100 matrimonios. A ellos se suman 13 entidades más donde se rebasa el promedio nacional. En esa lógica, aun considerando los años atípicos de 2020 y 2021, de continuar una tendencia similar, en el año 2050 se podría tener un indicador que podría oscilar entre 62.8 y 74.5 divorcios por cada 100 matrimonios.
La nupcialidad es uno de los fenómenos demográficos más relevantes en cualquier sociedad. En ella se sintetizan múltiples valores, percepciones de vida, pero también puede ser signo de modificaciones importantes en las asignaciones de roles y funciones dentro de los núcleos familiares, así como la distribución de las relaciones de poder y arreglos familiares en lo general. Por ello es importante observar que la tendencia en el número de matrimonios en el país está yendo a la baja, pues el número absoluto ha decrecido, aun cuando la población, sobre todo aquella en edad de formar pareja, se ha incrementado sustantivamente. Por el contrario, las cifras de divorcios crecen aceleradamente. En efecto, entre las dos décadas que van de 2003 al 2022, el número absoluto de divorcios creció en 159%; mientras que la relación divorcios-matrimonios pasó de 11 a 32.9 divorcios por cada 100 uniones.
Con información de: Excelsior