El Santuario de la Virgen de Guadalupe en Coatzacoalcos se convirtió en un destino para feligreses que realizan promesas a la guadalupana
Conforme se acerca la celebración de la Virgen de Guadalupe, la presencia de peregrinos incrementa en el sur de Veracruz. Algunos solo van de paso con destino a la Ciudad de México o incluso ya vienen de regreso, pero otros eligieron a Coatzacoalcos para cumplir sus promesas.
Los integrantes de la agrupación Vela Guadalupe pedalearon sus bicicletas durante nueve días desde Mérida, Yucatán para llegar al Santuario de la Virgen de Guadalupe, en el municipio de Coatzacoalcos, en el sur del estado.
José Vela viajó con su familia y con conocidos que se unieron a la agrupación. Tienen diferentes peticiones que le solicitaron a la Virgen de Guadalupe previo a las celebraciones del próximo 11 y 12 de diciembre.
“La promesa mayormente es agradecimiento por las bendiciones que nos ha dado la Virgen, por mi familia, y comencé esta promesa hace seis años, le pedí mucho a la Virgen que yo cambie personalmente y que le dé salud a ellos. Vengo con una hija, dos hijos, mi esposa y mi sobrina”, dijo.
Son 13 personas – niños, jóvenes y adultos – los que emprendieron su viaje en bicicleta. Algunos llevan más de seis años cumpliendo esta promesa a la Virgen; para otros, como Alfredo Antonio, es su primer año. En esta ocasión se enfrentaron a las fuertes lluvias y al cansancio de las subidas.
Para Alfredo Antonio es algo que volvería a realizar, porque pese a los peligros a los que se enfrentan es una experiencia de fe inolvidable y satisfactoria.
“Es bastante duro por el camino, vamos subiendo y los cerros, es complicado estar pedaleando, te cansa, pero con la fe que tienes podrás lograr lo que tú prometiste hacer, por la familia, por la salud y por el trabajo, es bonito, pero a la vez es peligroso”, expresó.
La agrupación dio a conocer que antes de emprender este viaje se prepararon ocho meses tanto espiritualmente como físicamente, siempre teniendo presente las dificultades que se encuentran en los caminos. No tuvieron percances mayores; el único reto fue viajar en medio de la lluvia.
En sus bicicletas no pueden faltar refacciones, alimento, sábanas, impermeables y, sobre todo, luz, ya que saben lo peligroso que es viajar de esta manera por las carreteras.
“Traemos de todo, la gente de nuestro pueblo cuando sabe que vamos a salir nos dan víveres y traemos un mototaxi, para las mujeres y niños”, añadió José.
Se espera que en diciembre se incremente aún más la presencia de peregrinos que pasan por Veracruz.
Con información de: E-consulta Veracruz