El presidente López Obrador relató que para elegir a quien se quedará 15 años como ministra de la SCJN reunió a las dos candidatas para que ellas expusieran sus puntos y lo ayudaran a tomar una decisión y Alcalde reconoció que no obtuvo la mayoría de votos.
Bertha Alcalde admitió no ocupar el cargo de ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por no obtener la mayoría de votos en la última selección en el Senado y lo cedió a Lenia Batres, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por esa actitud, dijo, “tenía ganas de pararme a abrazarla (…) hay quienes por un cargo menor se desgreñan, se rasguñan”.
Después de la conferencia del jueves, en Palacio Nacional, el mandatario federal se reunió con las dos mujeres propuestas por él y que obtuvieron la mayor cantidad de votos en la Cámara alta.
“Les dije: ‘pues ¿qué vamos a hacer?, ayúdenme’, y para que vean lo importante de las convicciones, y eso es una lección para todos: no hay que tener tanto apego ni al poder ni al dinero (…) Les dije a las dos ayúdenme, ¿cómo le hacemos?, estamos hablando de 15 años asegurados de trabajo –claro que yo espero que les vamos a ganar y que vamos a bajar los sueldos–, pero son 15 años y ahí están las dos, a ver, quién habla primero, les dije”.
El presidente relató que fue Bertha Alcalde Luján quien tomó la palabra primero para exponer su punto de vista.
“Bertha me dijo: ‘presidente, yo gané la primera votación, pero después Lenia ganó las últimas dos, sacó más votos que yo y yo no tengo ningún problema, yo puedo ayudar en otra tarea’. No lo hice, pero tenía ganas de pararme a abrazarla, o sea un acto de dignidad, de principios, excepcional, extraordinaria”.
El jefe del Ejecutivo federal dijo que en este tipo de decisiones “hay quienes por un cargo menor se desgreñan, se rasguñan, no y por eso fue Lenia la propuesta y claro que voy a ayudar… no ayudar, está mal la palabra, nos va a seguir ayudando Bertha y el tiempo que me queda a lo mejor en otras cosas donde me ayude más, porque ya demostró con hechos que tiene convicciones, principios y tiene ideales. Así fue y ya es ministra”.
Consideró que Alcalde, también hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, tuvo una “muy buena actitud”, fue consecuente e indicó que fue él quien le propuso que le ayudara en otro cargo, “porque te necesito, te necesitamos y es importantísimo que haya auténticos servidores públicos”.
Dijo que demostró que se lucha por ideales, principios “y la felicidad no es acumular bienes materiales, riquezas, títulos, cargos, fama. La felicidad es estar bien con uno mismo, con la conciencia y el prójimo”.
También reconoció que todas las mujeres propuestas son “de primera, muy buenas, honestas, profesionales, con vocación de justicia, independientes, incapaces de recibir una consigna, una línea –como se dice coloquialmente– de nadie; primero, yo no lo haría y ellas tampoco aceptarían que yo les diga votas así para cometer un acto de corrupción, no. Estamos hablando de mujeres íntegras, honestas”.
Con la anécdota afirmó que en su movimiento hay millones de personas que “no están pensando en los cargos y que le tienen amor al pueblo, por eso es importante le tiempo que estamos viviendo. Ya no es el tiempo de antes”.
Con información de: Proceso