Algunos cadáveres tienen huellas de haber sido incendiados, no se ha determinado la identidad de las víctimas
En los limites entre Tamaulipas y Nuevo León, fue encontrada una nueva fosa clandestina, por el grupo de madres buscadoras del Colectivo “Por Amor a los Desaparecidos”, informó Edith González, coordinadora del grupo. Partes de tórax, brazos, manos, cráneos y otras parte de cuerpo han sido encontrado entre los restos humanos en el rancho “Valereño 1”.
Este lugar se encuentra entre los límites del municipio de General Bravo, Nuevo León, a 12 kilómetros al suroeste de la Ciudad de Reynosa.
La Fiscalía General de Justicia del Estado tomo conocimiento del lugar y confirmó el nuevo hallazgo de restos óseos que se presume son parte de los crímenes de la delincuencia organizada.
Con anterioridad, en otra área, entre los límites de Tamaulipas y Nuevo León también se ha efectuado el descubrimiento de restos humanos, pero en esta ocasión han localizado algunos cráneos, algunas piezas costales, además de extremidades inferiores y superiores completas, así como piezas dentales.
Algunos de los restos óseos presentan signos que de los cuerpos de las víctimas fueron quemadas, ya que algunos huesos se encuentran semicalcinados.
Se observaron indicios en el sentido de que el lugar era usado hasta hace unos meses como un cementerio clandestino por parte de miembros de la delincuencia organizada.
Edith González, indicó en el curso del presente año el colectivo a localizado al menos otros seis sitios identificados como cementerios clandestinos, los cuales no han sido terminados de ser procesados por la Comisión Estatal de Búsqueda y el Servicio Médico Forense.
Insistió en que debido a la falta de voluntad en la Fiscalía así como también de recursos humanos y materiales es que no se ha avanzado en la identificación de cuerpos, de restos humanos localizados en fosas clandestinas.
Tan solo en el cementerio forense en la localidad de Miguel Alemán hay más de 300 cuerpos sin identificar, comentó. Ayer, integrantes del Colectivo estuvieron en lugar haciendo la identificación de fragmentos óseos, así como partes de cuerpos humanos, no teniendo aún una estimación de la cantidad de cuerpos que pueda haber en lugar.
De acuerdo con estimaciones de colectivos y asociaciones civiles, hay más de 200 colectivos de personas que viajan a lo largo de los estados con el fin de conocer cuál fue el último paradero de sus familiares. La mayoría de ellas son mujeres que han perdido a sus hijos. Muchos de los casos tienen que ver con el crimen organizado.
Una constante en varios de los casos es que hayan visto o sabido que sus seres queridos fueron secuestrados cerca de sus hogares, centros de trabajo o conviviendo con alguien y posteriormente desaparecidos. Para ellas el único fin es obtener un cierre y saber qué pasó con la gente que ya no está.
No hay un número mínimo o máximo de miembros en estos grupos; no obstante, se sabe que pueden realizar sus actividades tanto en contingentes como de forma solitaria.
Con información de: El Heraldo de México