Las autoridades son conscientes de la peligrosidad del ‘Cara del Diablo’, por lo que su venta está prohibida en México; es imperativo que como padres, nos mantengamos vigilantes
En esta temporada de fiestas de fin de año 2023-2024, una preocupante alerta surge para los padres y tutores: el regreso del notorio cohete ‘Cara del Diablo’ a los mercados, a pesar de su prohibición en México. Este artefacto pirotécnico, reconocible por su color negro y forma triangular con la imagen de un demonio, representa un peligro extremo para la seguridad de nuestros niños y jóvenes.
Las autoridades mexicanas han reiterado la prohibición de la venta y uso del ‘Cara del Diablo’ debido a su alta peligrosidad. Se ha documentado que la potencia de este cohete es cuatro veces superior a la de cualquier otro fuego artificial permitido, con capacidad de causar daños irreparables, como discapacidad auditiva permanente, mutilación de dedos, quemaduras graves y lesiones oculares.
En estados como San Luis Potosí y Sinaloa, las sanciones por su uso se han intensificado, estableciendo multas que pueden ascender hasta los 13 mil pesos. Sin embargo, la venta clandestina persiste, extendiéndose incluso a plataformas digitales como el Marketplace de Facebook, donde se han detectado ofertas de estos cohetes en ciudades como Cadereyta Jiménez, con un precio de 200 pesos por unidad.
La situación es alarmante: a pesar de los esfuerzos de las autoridades por educar a la población sobre los riesgos, mediante la difusión de videos que muestran la devastadora explosión de estos cohetes, la demanda sigue activa. Esto representa un desafío constante para la seguridad pública y la integridad de nuestras festividades.
Es imperativo que como padres, nos mantengamos vigilantes y evitemos la compra de estos y otros artefactos prohibidos como ‘Hulk grande’, ‘Paloma de cartón’, ‘Huevo de Codorniz’, y ‘La Mole’. Debemos recordar que la seguridad de nuestros hijos no tiene precio y que la responsabilidad de protegerlos también es nuestra.
La tradición de tronar cohetes o utilizar fuegos artificiales durante la Navidad tiene orígenes que se mezclan entre lo histórico y lo cultural, variando significativamente de un país a otro. Aunque es difícil precisar un origen único para esta práctica, se pueden identificar algunos factores clave en su desarrollo:
Orígenes Chinos y la Pólvora: Se cree que el uso de la pólvora para fines festivos comenzó en China hace más de mil años. Los chinos inventaron la pólvora y, posteriormente, los fuegos artificiales, inicialmente para ahuyentar a los malos espíritus. Con el tiempo, el uso de fuegos artificiales se volvió sinónimo de celebraciones y festividades importantes.
Simbolismo Religioso y Cultural: En muchas culturas, la luz tiene un fuerte simbolismo religioso y cultural, representando la pureza, la victoria del bien sobre el mal, y el retorno de la luz tras la oscuridad. En el contexto de la Navidad, una festividad con profundas raíces cristianas que celebra el nacimiento de Jesucristo, «la luz del mundo», el uso de luces y fuegos artificiales puede interpretarse como un símbolo de celebración y alegría.
Adopción y Adaptación a Nivel Global: Con el paso del tiempo y la globalización, la tradición de los fuegos artificiales se difundió por todo el mundo. Cada cultura adoptó y adaptó esta práctica a sus propias tradiciones festivas, incluyendo la Navidad. En muchos países, tronar cohetes o disfrutar de espectáculos de fuegos artificiales se ha convertido en una forma de celebrar momentos importantes, incluyendo las fiestas de fin de año.
Aspecto Social y de Celebración: Además del simbolismo religioso y cultural, el tronar cohetes en Navidad y otras festividades se ha convertido en una actividad social y de celebración. Reúne a la comunidad, crea un espectáculo visual y auditivo y contribuye al ambiente festivo.
En resumen, la tradición de usar fuegos artificiales y cohetes en Navidad es el resultado de una larga historia de evolución cultural y adaptación, imbuida de simbolismo religioso y social, y enriquecida por las prácticas y costumbres de diversas culturas alrededor del mundo.
Hacemos un llamado a reportar cualquier punto de venta ilegal y a educar a nuestros hijos sobre los peligros de manipular estos cohetes. Este fin de año, celebremos con conciencia y cuidado, manteniendo a nuestras familias lejos de riesgos innecesarios.
No permitamos que la tragedia oscurezca la alegría de nuestras tradiciones.
Con información de: Excelsior