Magia y misticismo en Catemaco durante primer viernes de marzo

Magia y misticismo en Catemaco durante primer viernes de marzo

Ya sea por morbo o por fe, cada año el municipio de Catemaco, en Veracruz, recibe a miles de visitantes que acuden a la ceremonia mágica del primer viernes de marzo, en busca de limpias y curaciones a manos de brujos de la región.
En esta zona, localizada en el sur de Veracruz, los primeros minutos del viernes, en lo alto del Cerro del Mono Blanco, los brujos presiden una misa negra, por la que invocan a fuerzas oscuras a que les otorguen el poder para cumplir las peticiones de salud y buena fortuna de los que acuden a ellos.
En entrevista con Notimex, el cronista del municipio, Salvador Herrera García, explicó que esta ceremonia mística tiene origen en la época prehispánica, cuando los antiguos chamanes, médicos que curaban a través de la herbolaria, dedicaban el primer viernes del tercer mes del año a renovar sus poderes sobrenaturales.
“Es una festividad basada en la antigua ceremonia del pueblo y de la región de los Tuxtlas, cuando los antiguos chamanes de la época prehispánica, pedían también dones en su pacto con el demonio, que en esa época era Tezcatlipoca”, señaló.
La ceremonia de la misa negra da inicio cuando los brujos trazan sobre la tierra un pentagrama de cinco puntas conocido también como la estrella de Salomón, pues este símbolo representa la sabiduría en las artes negras. “Hacen además una hoguera para bailar y cantar alrededor de ella, con el fin de convocar a las fuerzas oscuras”, señaló el cronista.
Al llegar los españoles a México, trajeron consigo a esclavos africanos, quienes a su vez trajeron al nuevo continente tradiciones y ritos, los cuales serían incorporados más tarde a los llevados a cabo por los antiguos chamanes.
Entre las liturgias de esta misa negra de Catemaco, mencionó Herrera García, se pueden apreciar rituales de magia negra propios de africanos, como el sacrifico de una gallina o de un chivo negro, con el fin de que los brujos ahí presentes beban la sangre del animal.
“Se beben la sangre del animal y continúan en ese baile y canto, y entonces se pide a las personas en el evento que entreguen cartas, y luego el brujo recoge esas solicitudes y las pasa al demonio que se supone está ahí”, apuntó.
En las cartas que la gente le da al brujo, subrayó el cronista, van peticiones para la buena salud, la fortuna y el amor. Una vez concluida la misa negra en el Cerro del Mono Blanco, los brujos y sus seguidores se desplazan a las cabañas que el ayuntamiento instala a orillas del lago de Catemaco, para que puedan realizar, en privado, limpias y curaciones.
“Esto se realiza en un lugar muy bello del lago que se llama la punta de la pesquería, donde se supone fue el primer asentamiento humano de Catemaco, una explanada a la orilla del lago, un lugar primoroso”, indicó. Con relación al por qué se eligió marzo y el viernes para realizar esta misa negra, Herrera García mencionó que este mes tiene varios significados, tanto a nivel astronómico como natural.
“Los antiguos estaban muy familiarizados con el movimiento astral y en marzo ciertos planetas adoptan una posición especial, además tiene que ver con la renovación de la cosecha, la primavera, la renovación de los árboles, y la renovación total”, dijo.
Comentó que el motivo de que sea el viernes cuando se realiza este ritual tiene que ver, en parte, con las creencias de la religión cristiana.
“Para la religión cristiana el viernes era un día especial porque fue cuando murió Cristo, entonces ese día antiguamente era de mal agüero y de mala suerte y por eso creo que esos ritos los acomodaron ahí, pero no los brujos, más bien por la liga antigua con los colonizadores y por eso ya se quedó la tradición del primer viernes de marzo”, sostuvo.
Destacó que muchas de las personas vienen al municipio en esta fecha por morbo, para experimentar algo sobrenatural, aunque enfatizó que hay personas que llegan porque realmente tienen fe en los brujos para que les solucionen sus problemas.
“Mucha gente viene de paseo, es un atractivo y también porque tiene fe, que viene buscando curación o resolución a un problema personal o familiar y aprovechan este día porque piensan que encontrarán al brujo adecuado para su problema”, apuntó.
Los visitantes que acuden a este evento, vienen de otros estados o de poblados cercanos, movidos por la fe, o por el morbo, ya que como, dijo Herrera García, “nosotros, los de Catemaco como decimos, ya estamos curados de espanto”.
Fuente: Notimex

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