Autoridades federales trabajan sobre una nueva visión: no criminalizar a los pacientes y deslindar las violencias de los consumos
En México, el consumo de drogas sintéticas, tales como el cristal, fentanilo o LSD, ha crecido exponencialmente en los últimos años con un 218 por ciento.
En 2022 fueron las sustancias de mayor demanda de tratamiento, con 46.2 por ciento de los casos, seguidos del alcohol, 24.6 por ciento, y marihuana o cannabis, 13.3 por ciento. En cuanto a drogas emergentes como fentanilo, desde 2018 se ha constatado un crecimiento.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud, en dos terceras partes de los estados de la República se presentan patrones similares de demanda de atención por tipo de sustancia. En el sur es por alcohol, cannabis y cocaína; en el noroccidente prevalecen las metanfetaminas, el alcohol y cannabis o marihuana; en Baja California y Sonora destaca la presencia de opioides.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud indican que en el mundo hay 296 millones de personas que consumieron algún tipo de droga; de ellas, 39.5 millones presentan algún trastorno por esta causa, y 13.2 millones se inyectaron, lo cual incrementó 35 veces el riesgo de adquirir VIH.
Se incrementó casi 50 por ciento la proporción de mujeres usuarias de drogas, y una de cada cinco personas que consumen sustancias psicoactivas ha recibido tratamiento.
El fenómeno de las drogas sintéticas es preocupante, debido a su proliferación y sus características:
- Suelen ser baratas para los consumidores
- Su creación y distribución es fácil
- Los pacientes pueden adqurirlas de una manera bastante sencilla
Las drogas sintéticas son sustancias químicas fabricadas en laboratorios que provocan algún tipo de efecto sobre el sistema nervioso central, además de alteraciones orgánicas.
Los precursores químicos provienen del continente asiático y son transportados vía marítima, arribando los puertos mexicanos de Lázaro Cárdenas, Michoacán; Mazatlán, Sinaloa y Manzanillo, Colima.
Se clasifican en:
Sedantes
Estimulantes
Alucinógenas
Con información de: El Heraldo de México