El diálogo entre ministros y líderes criminales para pacificar territorios lo empezó a promover el hoy obispo emérito Salvador Rangel Mendoza desde su llegada a la diócesis Chilpancingo – Chilapa en 2015.
Los obispos de Guerrero se reunieron con líderes de los grupos criminales que operan en la entidad en busca de una tregua para pacificar la entidad, pero fracasaron porque no aceptaron ceder territorios.
“Los obispos de Guerrero hemos buscado el diálogo con los jefes que nos podrían traer paz, pero se mueven intereses en las cabecitas de cada uno y no se logró, pero no nos vamos a detener en establecer estos diálogos”, reveló este miércoles el obispo de la Diócesis Chilpancingo – Chilapa, José de Jesús González al terminar la misa en la catedral de Chilpancingo.
Y llamó a las autoridades a buscar dialogar y a ejercer sus recursos para evitar que la violencia se recrudezca y haya más muertes por las elecciones.
El obispo dijo que en los últimos días de diciembre, previo a la violencia de principios de año desatada en la sierra, Acapulco, Taxco y la zona centro, los ministros buscaron por separado reunirse con diferentes líderes del crimen organizado.
En su caso, contó sin dar detalles que dialogó con líderes criminales que operan en las regiones de la Sierra y Tierra Caliente.
En la sierra operan al menos tres organizaciones, entre ellas Los Tlacos, mientras que en la Tierra Caliente es controlada La familia michoacana. Ambos grupos mantienen una disputa en distintos puntos del estado.
El prelado reveló que uno de los líderes criminales propuso dividirse el territorio para llegar a una tregua pero que los demás se negaron.
“En un primer momento dijeron que sí o que iban a ver si sí. Pedían una tregua con sus condiciones, pero esas condiciones no fueron del agrado al dividir hoy territorios.
“No los sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajo, les han costado dicen que ganárselos. Hoy tenemos que buscar otras maneras de ofrecer esta mediación”.
“Entonces ambicionan el dinero, ambicionan el poder, ambicionan territorios, ambicionan pues los cobros (de piso) y con esto no pudimos.
“Nosotros vamos al corazón, pero ellos están metidos en las cosas materiales. Entonces tendremos que seguir con estrategias para llegar al corazón, llegar al cambio de mentalidad”, dijo.
Aseguró que la estrategia de alzar la voz y no quedarse de brazos cruzados es una petición del papa Francisco y que el llamado es sumar toda la Conferencia Episcopal de la República Mexicana porque la violencia ya los caló y ha llegado a integrantes de la iglesia.
Indicó que han sido asesinados ministros de la comunión, presidentes de la adoración nocturna, padres de acólitos, mayordomos, comisarios que están dentro de la iglesia, voluntarios al servicio de la espiritualidad, catequistas y sacerdotes.
“Ya están tocando a nuestra gente de verdad, a nuestros fieles edad. Y ya nos da pena, tristeza. Hoy personas inocentes que están sufriendo en este sí por equivocación o por una cosa u otra, no se puede más”, exclamó.
El obispo José de Jesús Gonzáles pidió al gobierno estatal y federal mediar para frenar la violencia porque tienen el poder y los recursos.
“Tienen la solución y quisiéramos que no se corrompa, que puedan ellos mediar, también tienen el poder, los recursos y los medios, pero parece que nos han dejado solos”.
Y ante la proximidad de las elecciones dijo que los obispos tienen el temor que la violencia y crímenes contra candidatos se recrudezca.
Les llamaríamos a las autoridades que no se hagan a un lado, que ejerzan todo su conocimiento, su poder, toda su sabiduría y sus recursos para que dialoguen y puedan ver una tregua y paz para las elecciones, pidió.
El diálogo entre ministros y líderes criminales para pacificar territorios lo empezó a promover el hoy obispo emérito Salvador Rangel Mendoza desde su llegada a la diócesis Chilpancingo – Chilapa en 2015.
También criticó las estrategias del gobierno para frenar la violencia y exhortó en distintas ocasiones al gobierno del estado a dialogar para buscar una tregua con jefes criminales de las regiones.
La labor del obispo ha generado críticas de políticos y autoridades en el gobierno de Héctor Astudillo y en el actual de Evelyn Salgado.
Como represalia en el gobierno del priista fue cerrada la Subsecretaría de Asuntos Religiosos.
Mientras que, en abril del año pasado, el dirigente estatal de Morena, Jacinto González Varona, descalificó que los obispos Salvador Rangel y José de Jesús González hayan revelado pedir una tregua con el líder de La familia michoacana para que la Semana Santa se realizara en Taxco.
En Guerrero, políticos de todos los partidos han sido acusados y exhibidos de pactar con líderes de la delincuencia. El último caso fue el de la edil de Chilpancingo por Morena, Norma Otilia Hernández Martínez, que aparece en un video en un desayuno con un líder criminal al que le pregunta en qué lo puede ayudar.
Con información de: Proceso