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Nuevo León se ha convertido en una «tierra de osos» ya que es muy común que los cuadrúpedos bajen a zonas urbanas a comer
Nuevo León es llamada “tierra de osos”, luego de que en la última década los plantígrados han bajado de la serranía a la zona urbana en busca de comida y de agua. Ellos bajan y deambulan en calles y jardines de residencias del municipio de San Pedro Garza García y el sur de Monterrey, áreas ubicadas en zonas montañosas.
A través de redes sociales se ha hecho viral un video, donde una familia de cuatro osos llegó hasta una residencia de la colonia Valle de San Ángel en el municipio de San Pedro Garza García, y se dirigió hasta la alberca para darse un chapuzón ante la sorpresa de los residentes que les grabó el momento.
El avistamiento fue el pasada martes y luego subido a redes sociales por la familia que se encontraba en la residencia. El exclusivo sector se ubica en la Sierra Madre Oriental al poniente de la zona metropolitana de Monterrey.
Es común que en esta región bajen los osos, algunos expertos opinan que han perdido parte de su medio ambiente natural por ello los cuadrúpedos bajan a las zonas urbanas a buscar comida, agua y más. Ante un avistamiento de estos animales se recomienda no molestarlos y reportar a las autoridades.
Para algunas personas llega de “novedad” ver a este tipo de animales, pero también han llegado las consecuencias, especialistas de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León han detectado que los osos presentan ya un cuadro de diabetes por la comida chatarra que consumen al bajar a zonas urbanas.
De acuerdo al biólogo Ricardo Acosta, a finales del año pasado hubo un pico elevado porque los osos negros u oso americano, no hacen el proceso de hibernación, sino que cuando se acerca el invierno salen en búsqueda de alimentos que generan calorías para tener más grasa y pasar la temporada sin necesidad de invernar.
Por ello, se les ha realizado estudios de sangre que demuestran que la comida que los humanos dejan o le dan afecta su salud y les provoca diabetes.
“Presentan cuadros parecidos a diabetes con unos aumentos de colesterol y triglicéridos atípicos, además de daño intestinal por consumir plásticos u objetos no orgánicos».
Cuando un oso es detectado en la zona urbana se le hacen estudios y revisión médica y luego se lleva a su entorno, mientras se pide a las personas no darles comida ni interactuar con ellos.
Con información de: La Silla Rota
