Si bien todos somos vulnerables a los efectos del veneno de la araña violinista, los niños y los adultos mayores corren mucho mayor peligro. Esto se debe a que tanto el sistema inmune de los niños como el de los adultos mayores son más vulnerables (ya sea porque aún no se desarrolla totalmente o por el envejecimiento), informna la bióloga Claudia Isabel Navarro Rodríguez, del Instituto de Biología de la UNAM.
En un comunicado de la UNAM, Navarro Rodríguez aconsejó revisar y tener bien organizados sus juguetes, para proteger a los pequeños.
Aunque no es muy frecuente que sufran mordeduras de araña violinista, si algún animal de compañía sufre una mordedura, es necesario asistir al veterinario. Al igual que a los humanos, a los animales de compañía se les inyecta un antiveneno.
Alrededor del mundo hay más de 50 mil especies de arañas. Si bien la mayoría presenta veneno (excepto la familia Uloboridae), el nivel de toxicidad de éste no representa grandes peligros para los seres humanos.
No obstante un grupo más reducido, de aproximadamente 200 especies, sí nos pone en riesgo, ya que su toxicidad puede causarnos diversos problemas de salud. Entre estas, hay una pequeña que incluso no supera el tamaño de una falange de nuestro dedo índice, pero posee un veneno potente capaz de dañar tejidos e incluso causar la muerte si no se trata a tiempo los efectos de su mordedura.
Conocida científicamente como Loxosceles, la araña violinista o araña de rincón es una especie de araña nocturna peligrosa, debido a que las consecuencias de su mordedura son de importancia médica.
Especialista en arácnidos, la bióloga Claudia Isabel Navarro Rodríguez, del Instituto de Biología de la UNAM, nos explicó cómo podemos evitar que esta araña se establezca en nuestro hogar y qué hacer en caso de que nos muerda.
Navarro Rodríguez detalló que la araña violinista mide entre 1 y 3 cm, presenta seis ojos (que están en forma de media luna), es de color pardo rojizo y tiene patas muy delgadas. Su nombre popular se deriva del patrón en forma de violín que tiene en la parte del frente de su cuerpo llamado prosoma. Más allá de sus características físicas, se puede decir que la violinista es de carácter tímido, por lo que evita el contacto con los humanos y, si es necesario, puede autolesionarse para escapar de la presencia humana.
Por otro lado, esta araña no teje telarañas como las más comunes (cónicas, circulares), sino algodonosas e irregulares. Su estilo de vida es nocturno, por lo que sale a cazar o buscar pareja durante la noche. Se ha registrado al menos un caso de mordedura de araña violinista en todos los estados de México; sin embargo, los mayores registros se concentran en Baja California Sur, Guerrero y Jalisco. En la zona del Valle de México también es probable encontrarla, especialmente tras el descubrimiento de una nueva especie en 2019 llamada Loxosceles tenochtitlan.
Con información de: Xeu