Hoy 28 de octubre dentro de las festividades por Día de Muertos, en México se dedica a aquellos que perdieron la vida en un accidente, de forma trágica, violenta o por suicidio.
Y es que de acuerdo con las creencias y tradiciones de origen prehispánico, como los mexicas que celebraban a sus muertos después de la temporada de cosecha, entre los meses de septiembre a noviembre, que se unió con las credos de los conquistadores españoles, se cree que estas almas necesitan una ofrenda y una luz de veladoras y cirios, que supuestamente les guía da paz y esperanza.
Se cree que estas almas necesitan una ofrenda especial para guiarlas en su trayecto y brindarles un recibimiento cálido, por lo que se les coloca incienso, para purificar el ambiente; agua, para calmar su sed; sal, para que el espíritu que llega de visita no se pierda ni se corrompa durante su estancia en el mundo de los vivos y la flor de cempasúchil, que se cree que su aroma y color ayudan a las almas a llegar hasta su ofrenda.
Los alimentos, como el tradicional pan de muerto, representan el ciclo de la vida y la muerte; la fruta y la comida preferidas de los difuntos. Mientras que las calaveritas de dulce representan a los cráneos reales que se utilizaban la antigüedad y el papel picado, que representa el aire, uno de los cuatro elementos que debe estar presente en cualquier ofrenda.
Sin faltar las fotografías de las personas a quienes se les honra con la ofrenda, considerado el detalle más emotivo.
Con información de: Xeu