La policía de Japón instaló cámaras después de que casi dos docenas de zapatos de niños desaparecieran del jardín de infantes en Fukoka.
La comunidad escolar de la guardería Gosho Kodomo-en, en la ciudad japonesa de Koga, vivió días de intriga y misterio después de que los zapatos de los niños comenzaron a desaparecer en cantidades alarmantes. Papás preocupados y profesores desconcertados llevaron el caso a la policía, convencidos de que enfrentaban a un ladrón inusual, y la respuesta resultó tan adorable como inesperada.
En la noche del 6 de noviembre, cinco pares de zapatos y cinco más individuales desaparecieron sin dejar rastro. Al día siguiente, seis zapatos más se sumaron a la lista de víctimas. Los indicios eran confusos: zapatos esparcidos por el patio, algunos atrapados en la cerca, otros acumulados junto a la entrada.
“Pensamos que estábamos tratando con un hombre perturbado, quizás con una obsesión por los zapatos de niños”, comentó Hiroaki Inada, oficial de la comisaría de Kasuya, a The Washington Post.
La policía instaló cámaras en el lugar y esperó pacientemente a que el ladrón hiciera su próximo movimiento. Cuatro días después, los agentes finalmente encontraron al culpable: una astuta comadreja, extremadamente veloz, captada en video mientras escapaba con un zapato blanco en la boca. El video, publicado por la policía de Kasuya, provocó risas y alivio en la comunidad escolar.
“Nos sentimos muy aliviados al descubrir que era solo un animal”, dijo Yoshihide Saito, director de la guardería. “Si hubiera sido alguien dudoso, temíamos que las cosas pudieran escalar”.
Aunque las redes sociales convirtieron a la comadreja en una celebridad local, el director tomó medidas para evitar futuros robos. Cubrieron los cubículos de zapatos con redes y están evaluando usar aromas que disuadan a los animales. Las comadrejas, conocidas por su comportamiento escurridizo y su habilidad para esconder objetos, suelen robar alimentos o incluso pertenencias de humanos. Según Inada, la comadreja probablemente estaba llevándose los zapatos para mantener su nido caliente.
“Esto era algo que nunca habíamos visto antes, así que terminé investigando mucho sobre la especie después de esto”, confesó el oficial.
Los zapatos robados nunca fueron recuperados, pero los niños parecen haberse reconciliado con la pérdida. Mientras tanto, el ladrón de zapatos ha dejado de actuar, pero sigue rondando los alrededores, quizás esperando una oportunidad para añadir más uwabaki a su colección.
“A los niños les encanta la comadreja. Les parece muy linda cuando les mostramos el video”, comentó Saito.
Con información de: Excelsior