El reto de Héctor Yunes Landa a Miguel Ángel Yunes Linares para que cada quien abra su casa (¿casa? ¡casa la mía! habrá que ver las de ellos) habría que plantearlo desde todos los ángulos posibles.
Va la lista:
1.- ¿Por el tamaño de la casa se puede medir la honorabilidad de las personas? Quizás no. Aunque creo que lo que pretende Héctor es apostar a que en el lapso en que ambos han sido funcionarios, alguien ha aprovechado el tiempo, el puesto, o hasta puede que sea más ahorrativo.
2.- ¿A los veracruzanos nos interesa conocer la casa de los candidatos? En lo particular, no… ¿cuántas casas de políticos he conocido? Muy pocas, aunque eso sí, he de agradecer las puertas que me han abierto esos pocos… En lo general, quizás motivado el morbo de la clase media p’abajo, creo que sí, bajo el entendido de que se tiene una mal idea de que nuestros políticos son “pudientes” y sería algo así como un reality show de “vea en dónde viven sus políticos”.
3.- ¿Beneficia o perjudica conocer la casa de los candidatos? Es seguro que si cada candidato mostrara su casa así como sus interiores, en una de ésas podría ir generando un poco más de ese “mal humor social” que refiere el presidente Peña Nieto, dependiendo de quién la tiene más grande y quién la tiene más chica… la casa, la casa… aunque a ello se agrega que hay varios políticos (más los de nuevo cuño) que se hicieron no de una, sino de varias residencias, tan así, que hay quienes tienen casa grande y “casa chica”; hay también quienes tienen su casa y también tienen su hogar, que para el caso es lo mismo.
4.- ¿Violación a la intimidad o ejercicio de transparencia? Para nuestros políticos, exhibir tan solo la dirección de su domicilio implica tres riesgos:
a) Inconformes con el actuar de un funcionario, bien pueden trasladarse al vecindario y organizarle una manifestación.
b) El crimen organizado podría… ¡olvídenlo! es seguro que a estas alturas, el crimen organizado sepa el domicilio de cada próspero político, por eso tanta seguridad en el perímetro de su casa.
c) Podría evidenciar la opulencia, la riqueza, bien habida o mal habida del que abriera su casa.
¿Ejercicio de transparencia? No es usual, sería nuevo, pero creo la medición podría implicar una serie de errores de percepción, por ejemplo, sin conocer la casa de Juan Bueno Torio, un empresario con varios negocios, he de suponer que no tiene casa ¡que ha de tener mansión! entendido esto como fruto del trabajo de su padre y sus tíos y actualmente, el de él y sus hermanos. ¿Cómo podría entonces calificar a Bueno Torio? Tampoco conozco la casa de Alba Leonila Méndez, pero calculo que lleva unos 16 años de carrera política… ¿el tamaño o interiores de su casa me podría decir qué tan honrada es?
5.- ¿Por qué nada más las casas de Miguel Ángel y Héctor Yunes Landa? Si apostamos a estrategia electoral por parte del priista, tendremos la respuesta. Y es que desde hace casi un sexenio, no sólo la casa del candidato del PAN y PRD ha sido motivo de “sospechosismo”, ¡sino hasta la de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez!, actual alcalde de Boca del Río.
A diferencia de la casa de Héctor, creo que la mayoría de quienes de un modo u otro nos involucramos en la política, conocemos (al menos en fotografía aérea) la residencia (el término, por el lugar en que reside) de Miguel Ángel Yunes Linares.
6.- Yo la conocí cuando “Reforma”, a mediados del 2011, lo saca en primera plana, si no mal recuerdo. Esperen… tengo suscripción. Checo.
“Miguel Ángel Yunes, ex director del Issste, construye en un predio de Veracruz de mil 500 metros cuadrados una casa que, de acuerdo con expertos inmobiliarios, tendría un costo de 20 a 30 millones de pesos, según la calidad de los acabados”.
“De acuerdo con información catastral, los terrenos donde Yunes levanta su residencia, fueron adquiridos por la empresa Veracruzana de Bienes Inmuebles (VBI), cuya apoderada es Leticia Isabel Márquez Mora, quien es esposa del ex director general del Issste”.
“La documentación que pudo ser consultada establece que VBI fue constituida como sociedad mercantil el 7 de marzo de 1981 por Miguel Ángel Yunes Linares y sus hermanos Antonio, Norma Graciela y Alicia, así como Fidel Romero Pérez. El giro registrado por esta empresa, señalan documentos, fue la construcción, compraventa y arrendamiento de inmuebles; desmonte, planificación, urbanización y fraccionamiento de tierras, así como compraventa y renta de maquinaria. El terreno de Yunes corresponde a tres predios que fueron comprados y fusionados por VBI en abril de 2010.”
7.- Al año siguiente (30 octubre 2012), “Reforma” da a conocer la inauguración de la mansión de Yunes Linares, “de acuerdo con versiones, habría costado más de 35 millones de pesos”, así como la “de reciente estreno, perteneciente a su hijo, el ex alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez”. La casa de Chiquiyunes, dice el diario, cuenta con un garaje para siete autos, siete habitaciones, dos albercas, sala de cine, sala de juegos, cuartos de sauna y vapor, así como gimnasio y spa completos”.
8.- No sé si Héctor y Miguel Ángel abran las puertas de sus respectivas casas este jueves y mucho menos si sus hijas e hijos hagan lo propio el viernes. El asunto es que es Héctor actúa con premeditación y ventaja a sabiendas de que la residencia de Miguel Ángel Yunes Linares, desde el 2011, fue puesta por “Reforma” bajo el sospechosismo. Aunque también es la oportunidad del candidato del PAN-PRD para echar abajo de una vez por todas ese velo de corrupción que le quieren poner a su casa, pues ya lo dice Amadeo Flores Espinosa, dirigente del PRI estatal: “Tiene razón (José Mancha, presidente del PAN estatal) cuando dice que no debe responderle (Yunes Linares) al PRI. Pero sí debe responderle a más de siete millones de veracruzanos a los que aspira fallidamente a gobernar. El agravio a la inteligencia es evidente. Si se trata de una mentira de los medios de comunicación, que lo aclare. Pero no lo hace porque su riqueza no la puede ocultar”.