
El Crucero de Observación 2025 registra a vaquita marina embarazada; el hallazgo aviva la esperanza para esta especie en peligro crítico de extinción.

Tras 27 días de escudriñar las aguas tibias del Alto Golfo de California en busca de la vaquita marina (Phocoena sinus), especie en crítico peligro de extinción, la estimación oficial es que hoy quedan al menos entre 7 y 10 ejemplares.
A pesar de que el número sigue siendo muy bajo, el anuncio dado a conocer este martes 28 de octubre, aviva la esperanza, ante el cálculo del año pasado, que era de entre seis y ocho individuos.
El Crucero de Observación Vaquita Marina 2025, tuvo momentos épicos como el encuentro con una hembra aparentemente embarazada, bautizada como Frida, en honor a la pintora Frida Kahlo, nadando a lado de su cría en etapa juvenil, destacó Barbara Taylor, afamada bióloga marina, líder de la expedición.
“La cría de aproximadamente ocho meses está en muy buenas condiciones, y de hecho, la madre podría estar embarazada, con la esperanza de que el próximo año podamos tener un nuevo bebé vaquita”, celebró.
En la travesía participaron experimentados observadores de México, Estados Unidos y Canadá, a bordo de dos barcos gemelos de la organización internacional Sea Shepherd, el Seahorse y el Bob Barker, para localizar al mamífero marino en mayor peligro del mundo.
Además de jóvenes de las comunidades locales de pescadores de Baja California y Sonora, que se encuentran en entrenamiento.
“Somos como 15 jóvenes, los que ahorita estamos involucrados en venir y apoyar aquí en el monitoreo de la vaquita”, indicó Daniel Ortiz, integrante del Grupo de Observadores Comunitarios.
Del 3 al 30 de septiembre de 2025, los científicos vivieron extenuantes jornadas de trabajo, mirando a través de los Big Eyes, binoculares de largo alcance, que son una extensión del ojo humano a tres kilómetros de distancia, guiados por los fugaces chasquidos, que la pequeña y elusiva vaquita marina emite cerca de los dispositivos acústicos o hidrófonos tubulares, que todos los días, durante la expedición, pescadores experimentados remplazan del fondo del mar.
El doctor Lorenzo Rojas-Bracho, coordinador del Grupo de Mamíferos Marinos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), explicó que un total de 684 equipos sumergibles permitieron grabar los sonidos que genera la vaquita, cuando utiliza su ecolocalización para orientarse o encontrar alimento.
“Una vez que se recuperan los hidrófonos, se destapan y de su interior retiramos una tarjeta de memoria SD, que es donde quedan grabados todos los encuentros acústicos, para su posterior análisis”, detalló.
La colocación de un pin por cada uno de los 93 chasquidos que se lograron captar, en el mapa del extenso Refugio de la Vaquita Marina, sirvieron de brújula que dirigió a los capitanes de los barcos al encuentro con la emblemática especie, subrayó el doctor Gustavo Cárdenas, integrante del Grupo de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la CONANP.
“Lo que hacemos es descargar la información en una computadora con un software especial; cuando la vaquita está más cerca, los clicks cubren toda la pantalla, y puedes escucharlos si modificas la frecuencia”, comentó.
Por segundo crucero consecutivo, Excélsior pudo observar y documentar en vivo y en directo el avistamiento, primero de una solitaria vaquita y luego de dos ejemplares adultos.
Atentos a las indicaciones de los científicos, y a pesar del fuerte viento y oleaje, el equipo pudo ver por unos segundos las aletas dorsales de las vaquitas marinas, antes de sumergirse y perderse en la inmensidad del Alto Golfo de California.
De esta forma, este diario pudo constatar que por un año más se mantiene la esperanza de salvar a la vaquita marina, que muere ahogada al quedar atrapada en las redes que se utilizan para capturar ilegalmente a la Totoaba, un pez al que se le extrae la vegija natatoria, como afrodisiaco y símbolo de poder, que en el mercado negro de China puede alcanzar precios de más de un millón de pesos por kilogramo.
“Lo más importante es que las vaquitas siguen aquí, que están sanas, que están teniendo crías y vemos y sabemos donde viven y que así podemos protegerlas”, remató la doctora Barbara Taylor, líder del Crucero de Observación Vaquita Marina 2025.
Con información de: Excelsior


