En un intento por alejarnos un momento de la realidad, la Mujer y yo decidimos ir al cine tras realizar algunos pendientes. Aunque mi cortesía me permitió preguntar qué película veríamos, ya tenía en mente una que, al ver la cartelera, poniendo cara de niño asombrado y una exclamación similar, la llevaría a escoger “Civil War”… pero ni siquiera alcanzamos a llegar al cine… el inmenso calor que azota la ciudad nos invitó a refugiarnos en la casa, aunque a fuerza de ser sinceros, en estos momentos, no tenemos que ir al cine para ver “Civil War”… basta entrar a las redes sociales y descubrir que ¡ya estamos en plena guerra civil!
II
La “Guerra Civil” que cito, afortunadamente tiene dos características (hasta el momento) que la hacen inofensiva (hasta el momento):
1.- Se da en las redes sociales, lo que ya entonces la convierte en virtual…
2.- Y las armas y balas no pasan de ser memes y frases que son defendidas u ofendidas con los argumentos propios que da la libertad de expresión.
Así, podemos ver que claramente hay dos equipos: el que está con Héctor y el que está con Miguel Ángel.
Sí, hay más equipos pero son estos dos los que más destacan por la ferocidad de sus embates. Que conste. Hablo de los equipos, no de los candidatos.
Un espacio aparte merece el equipo de Morena, que lejos de ser ofensivo, se vuelve un defensivo agresivo: ¡No le toquen a su candidato porque desatarán su furia con dos vertientes: Si lo hiciste y trabajas en medios de comunicación, “hay lugar para dudar de tu labor periodística”; y si eres un ciudadano con una idea contraria respecto al “Morenazo”, entonces eres un “traidor a la Patria”.
III
Curiosidades:
A la gente que apoya a Héctor y se concentra en sus eventos masivos, es llamada “acarreada”, “pendeja”, “muerta de hambre”, etcétera, ya no sólo por los cibernautas involucrados en esta “Civil War”, incluso hasta por reporteros, fotógrafos y columnistas que sin querer (o queriendo), ya se involucraron en estas acciones bélicas.
A la gente que apoya a Miguel Ángel y se concentra en sus eventos masivos, el cibernauta no cuestiona los medios que utilizaron para llegar al evento, ni su IQ y mucho menos si comen o beben… ¡o la derraman!
En cambio, los “Morenazos” se mantiene al margen. No hacen mucho ruido de sus eventos aunque igual pueden ponderar si lo hacen ante un nutrido contingente que hasta con una sola persona en el parque del pueblo.
IV
Mientras, en las redes, algunos, defienden al candidato; otros, defienden las siglas de su partido; unos, despotrican contra el Gobernador; otros, ni lo citan. Pero el común denominador que se da en estas elecciones al interior de las redes, es la facilidad con la que éstas enfrentan al amigo con el amigo.
Insisto, en ambos bandos, aunque se abogue a la libertad de expresión para ofender o defender, esto no quiere decir que ambos tengan la certeza, la verdad o la razón.
Difícilmente hay razonamiento cuando la pasión acompaña al interés por apoyar al candidato y cuando esto sucede, no hay espacio para un buen argumento.
Un ejemplo de ello, que me llamó la atención, es el relacionado con el rumor que se soltó el pasado viernes con esta frase en las redes: “Jean Succar Kuri habla desde prisión e involucra a Miguel Ángel Yunes en fiestas con menores de edad. Más información el lunes”.
La respuesta inmediata de los defensores del candidato ante esta ofensiva que más llamó mi atención, fue ésta: “¿Por qué hasta ahora?” aduciendo guerra sucia, cuando la lógica debiera llevarnos a rechazar a cualquier persona con los antecedentes de Succar Kuri. Aunque la mejor defensa que hubo por parte de la mayoría de los defensores de Yunes Linares fue el silencio… y esperar este lunes esa famosa “información”.
V
Esta conflagración en las redes sociales de amigos contra amigos, de desconocidos con desconocidos, donde se “mientan la madre”, se insultan, se vejan, en la defensa de su partido, de su candidato, en la mayoría de los casos, tiene una ventaja… es hecha por gente buena que cree en Héctor o cree en Miguel Ángel… insisto: en la mayoría de los casos. En una minoría se da por los intereses particulares que tiene cada defensor u ofensor con alguno de los candidatos que en términos simples y llanos, se podría decir que, más que defender al Hombre, “defienden la chuleta”, en espera de que, si gana su equipo, la asegure o la mejore.
Pero la experiencia que se tiene en estas refriegas, peleas, combates, choques u hostilidades dentro de las redes, es que en gran parte de los casos, al tiempo, podemos ver a quienes defendíamos, fundirse en un abrazo y abogar por el “ser político” como si nada hubiera pasado, aun cuando atrás, usted haya perdido en estos momentos un amigo por involucrarse en una contienda electoral que al final, dé un giro inesperado y entonces pase de una “Civil War bananera” a un “Alien vs Depredador”, donde gane quien gane, nosotros salgamos perdiendo.