
La nueva fiscal general de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, se comprometió a reunirse con los 50 colectivos del estado en enero de 2026

En el Zócalo de Veracruz y al costado del Palacio Municipal, integrantes del Colectivo Solecito de Veracruz realizaron el tradicional pase de lista de personas desaparecidas junto al Árbol del Dolor y la Memoria este 24 de diciembre.
Acompañadas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de la nueva titular de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEEAIV), Namiko Matsumoto, madres buscadoras exigieron mayor rapidez en la identificación de cuerpos.
Lonas para recordar y esferas para conmemorar fueron los instrumentos presentes durante el pase de lista que sirvió, además, como una forma de exigencia a las autoridades.
Rosalia Castro Toss, madre buscadora de Roberto Carlos Casso Castro, desaparecido desde el 24 de diciembre de 2011, afirmó que durante 2025 diez personas fueron identificadas y entregadas a sus familiares.
Además de esto, la madre recalcó la necesidad de que elementos de la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina o el Ejército de México, así como más agentes de la Policía Ministerial las acompañe durante las búsquedas en campo. Esto, dijo, por las amenazas que recibe el Colectivo Solecito de Veracruz sobre las búsquedas que realizan.
“Es un problema. Las autoridades nunca saben la geolocalización, el nombre de las personas, es algo deficiente”, calificó.
Según dijo, en cada búsqueda realizada por al menos 14 madres, sólo dos elementos de la Policía Ministerial son los encargados de su integridad física.
De acuerdo con Rosalia, hay varios puntos pendientes por tratar con la nueva fiscal general de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre. La cual, según dijo, se comprometió a reunirse con los 50 colectivos del estado en enero de 2026.
En esa reunión, Rosalia mencionó que uno de los puntos a tratar son las exhumaciones pendientes.
“Hay puntos que ya se quedaron, que se tenían que exhumar, pero ahora yo no sé por qué ponen tanta traba. Piden que tenga que dar permiso un juez, pero ya va la Fiscalía, y es una autoridad”, apuntó.
En otro tema, la madre buscadora mencionó que al menos el 70 por ciento de las búsquedas realizadas se dan gracias a mensajes anónimos, afirmó Rosalia Castro. “La mayoría se da de forma anónima que por carpetas de investigación”, señaló.
La falta de fiscales en guardias y la necesidad de personal que realice investigaciones de campo, analice el contexto de las desapariciones y cree líneas de investigación, señaló Rosalia, son otras de las necesidades.
Roberto Carlos Casso Castro, catedrático de una universidad y emprendedor en el mundo de los deportes, desapareció el 24 de diciembre en la carretera federal Veracruz-Cardel-Tamarindo, cuando regresaba a Huatusco, su lugar de origen.
Desde entonces, Rosalia participa en la búsqueda e investigación del caso de su hijo, la cual ya acumula 90 tomos de sólo documentos.
Con información de: Lsr Veracruz


