By Cuando escucho la pregunta, me trabo… ¿cinco veracruzanos ilustres? ¿y qué es ilustre? Mientras mi cabeza da vueltas, escucho que Alba Leonila cita a Agustín Lara… ¿ilustre? ¿ilustre es sinónimo de “importante”?, me pregunto y mientras sigo pensando en mis cinco veracruzanos, la candidata del PT ya citó a Yuri… para ese momento, La Tía Justa, personaje que interpreta Julián Ramos, se indigna por las respuestas de la nativa de Plan de Arroyo, y yo apenas si recuerdo a Juan de la Luz Enríquez y a Ignacio de la Llave, ¡claro! con un poco de trampa… por algo han de llevar sus apellidos Xalapa y Veracruz y alguna que otra avenida. Me pregunto si entrará en el término de “Ilustre” Francisco Gabilondo Soler (que fue mi tercera opción personal), Parménides García Saldaña y el Juanote.
II
Y a pesar de la regañiza que le da la Tía Justa, Alba Leonila se divierte. ¿Por qué? Muy sencillo. Simplemente se adaptó al estilo del programa. ¿No respondió bien? Sí, y puedo decir que al menos yo le gané con dos ilustres. Aunque siendo sinceros, podríamos decir que empatamos, porque si nos basamos en lo que dice el Larousse, “Ilustre” se refiere a la persona que se distingue y sobresale por sus cualidades, y en ese tenor, Agustín Lara (adoptado) y Yuri entran en ese concepto, y por ende, creo que también Cri-Cri, Parménides y Juanote…
III
El episodio que vive Alba Leonila con la Tía Justa ha de recordarnos el otro episodio que vivió Enrique Peña Nieto en la Feria del Libro de Guadalajara cuando era candidato. Aunque si nos quedamos en la aldea, por las redes igual circula un video donde se cuestiona al candidato de Morena por los libros que ha leído y tras hacerse bolas, Cuitláhuac García culmina citando a “El Principito”.
Lo curioso es que el ciudadano (todos… igual yo) disfruta con estas lagunas que sufren nuestros políticos aunque el burlón es posible que en lo que va del año, ni por casualidad haya tenido en sus manos un libro, o el que lee, simplemente no se ufana de ello y es posible que por ese acervo cultural, la mofa no tenga espacio contra quien tropieza. Dicen que quien presume de intelectualidad, el mayor goce que puede tener es confrontar a un igual.
IV
¿A estas alturas Alba Leonila ya podrá citar cinco veracruzanos ilustres? Es posible que sí, porque es brava la serrana, no en balde ha crecido políticamente a tal grado, que en este siglo, es la primera candidata a la Gubernatura por Veracruz… digo, algo le han de haber visto los del PT para lanzarla al ruedo. Por cierto, ¿usted ya pensó en sus cinco ilustres veracruzanos? A vuelo de pájaro, comentamos algunos en la casa: Carlos A. Carrillo, Gonzalo Aguirre Beltrán, Sergio Pitol (adoptado), Miguel Alemán Valdés, Antonio López de Santa Anna, Adriana Abascal, Salma Hayek, Sara García, Evita Muñoz Chachita, Antonio Chedraui, Jorge Saldaña y, claro, la Tía Justa, digo, para ponerle una regañiza a Alba Leonila Méndez Herrera es por algo…
V
Pero así como se le ve el carácter alegre a la vecina de Plan de Arroyo, ¡aguas! porque tiene su temperamento. Nomás baste recordar ese episodio donde se puso al tú por tú con la delincuencia organizada, tanto que hasta la utilizaron como “carnada” para atrapar a los malosos.
Siendo alcaldesa, allá por 2005, recibió llamadas de extorsión por un grupo delincuencial. Pidió la ayuda del presidente Vicente Fox y éste la canalizó con Santiago Creel. Ella propuso un operativo y tras su insistencia, aceptó el Gobierno federal, y se hizo sin que el Estatal lo supiera. Se presentó al “Toddys”, el jefe de esa banda, con una maleta llena de papel periódico y algunos billetes. “Toddys” estaba muy interesado en conocerla porque su suegra, quien vivía en Zapotitlán, tenía dos imágenes en la casa: una, de la Virgen Morena; y otra, de Alba Leonila. Pero no sólo eso, su “segundo frente” igual tenía un poster de la hoy candidata en casa. Cuando la Policía Federal entró en acción, en la confusión, es “detenida” Alba Leonila. Horas después, fue liberada y presentó la denuncia contra “Toddys”.
A qué voy con esto. Alba Leonila, está visto, es una mujer de acción, de hechos y ya lo demostró en el pasado debate y en su carrera política. A veces para hacer las cosas, no se necesita saber los nombres de los veracruzanos ilustres, pero sí tener los huevos para meter a la cárcel a los “no ilustres”.
