By “¿Sabes guardar un secreto?”, me decía mi tocayo, viendo con los ojos entrecerrados, receloso, de un lado a otro. Mi respuesta fue seca: “No”… La frente de mi tocayo se arrugó y claramente hubo decepción. Entonces, cambiando totalmente el semblante, con cara de pillo, me dijo: “¡No importa!… fíjate que…” y me contó un chisme.
Con este preámbulo, lo que pretendo decirle a los lectores, es que vivimos desde tiempos arcaicos, rodeados de chismes, y por ende, de chismosos; ¡ojo! porque tengo la certeza que al hacernos receptor de un chisme en automático nos convierte en chismosos… pero ¡vamos! ¿a quién no le gusta echarse un buen chisme?
El chisme es diferente al rumor, porque mientras el primero busca liberar el alma de ese conocimiento que nos carcome las ganas de contarlo, el rumor pretende desperdigarse cual disparo de escopeta en espera de que un plomo al menos logre su propósito, que es hacer daño.
Ya entonces entrados en la materia, no se moleste ni espere certeza a los siguientes párrafos porque fueron contados, como ya lo dije, tan sólo para liberar a un alma de ese conocimiento que carcome…
1.- Violencia intra-familiar
Mucho se habla de que los triunfos tienen muchos padres, pero la derrota es huérfana… sin embargo, ¿qué pasa cuando en el triunfo hay derrotas internas? Pánuco es un ejemplo de ello. Hay que desconfiar cuando hoy, este distrito, es el orgullo del PVEM (y de refilón, del PRI)… Al menos para la diputada local por este distrito, ¡vaya que le costó miedo, zozobra, inseguridad y frustración por lo que se viene tanto en contra de su partido… como para ella misma! Recuerden: ella quiere ser Alcaldesa por Pánuco. ¿Por qué se dice esto? Porque previo y durante la elección, sus seguidores sufrieron ataques. Diez casas bombardeadas con «cocteles Molotov»; el silencio y ausencia tanto de Flavino Ríos, Fuerza Civil y de Jorge Moreno; amenazas veladas por parte de Ricardo García Escalante ante la indiferencia de su padre; y un intento de levantón al director del Tecnológico de Pánuco, brazo derecho de Tava… lo extraño es que toda esta violencia fue «intra-familiar»…
2.- Salvoconductos
Hablando de Pánuco, bien vale hacer memoria y recordar que Ricardo García Guzmán, en el 2010, apoyó con todo a Miguel Ángel Yunes Linares aunque después se haya pasado de nuevo al PRI. Dice el dicho y dice bien: Quien traiciona una vez, traiciona siempre. Javier Duarte de Ochoa debería de repensar, realizar y reestudiar este contundente triunfo en Pánuco y tomar en cuenta qué funcionarios en su Gabinete, por la posición que guardan, pueden tener documentos que les sirvan de salvoconducto si Miguel Ángel Yunes Linares entra con la guadaña afilada… habría que ver si no hubo fuga de copias de expedientes en Contraloría que ya estén en manos del Gobernador… electo.
3.- Se busca director
Después de ser intervenido de la próstata, por fin encontró un buen pretexto Polo Lara González, director de Recaudación, para separarse del cargo en Sefiplan, por lo que de inmediato, le pidieron nombres para pasar «la papa caliente»… siendo francos, en estos momentos, cualquier puesto en Sefiplan es eso. En fin. Polo sugirió a una dama de hierro, pero ésta lo rechazó… les digo que es una «papa caliente». Entonces, Juan Manuel del Castillo, quien aún mete su cuchara, dio otro nombre: Alejandro Limón Luengas, hombre de todas las confianzas de «El Flaco»… salvo por un ligero detalle. Los empleados recuerdan más al «dedo chiquito» del hoy diputado electo por «rata» que por eficiente, pues fue separado de la secretaría de Finanzas por un faltante de 5 millones de pesos (por tan poco se quemó) y entonces rescatado por el secretario privado del Gober Javier Duarte… sí, Juan Manuel del Castillo… por lo mientras, ¿conoce a alguien que le interese el puesto de Director de Recaudación? ¡ya aunque sea para hacer curriculum!
