“¡Son unos delincuentes, deberían estar dando clases!”, me dice indignado un señor, mientras me cuenta que trabaja en el Hospital Los Ángeles y lleva tres días caminando hora y media desde la avenida Arco Sur hasta su trabajo.
Tengo un compañero que vive en Xico y hoy checó retardo, ya que cerraron la carretera a la altura de la gasolinera de Coatepec y tuvo que regresar a dejar su vehículo y venirse por otra vía muy insegura para su integridad física, ya que tenía que atravesar parte de un río.
El comentario que me hace una amiga es que le hablaron del Transporte Escolar para decirle que no podían cumplir con su trabajo debido a los bloqueos.
Verónica es una señora que viene a Xalapa desde Rinconada para hacer algunos trámites y pagos. Me cuenta que salió de su domicilio casi seis y media de la mañana y ni así se salvó. Tuvo que bajarse antes de la Secretaría de Educación y tomar un taxi junto con otras personas, entre ellas una chica embarazada que tenía cita médica. La señora me cuenta que ante la queja de varias personas que venían en el autobús sobre los bloqueos que están haciendo los maestros en la ciudad de Xalapa y otros puntos del estado, una maestra responde: “¡Como no son ustedes a los que no les pagan, por eso dicen eso!”
Pero ¿es justo proceder de esa forma?
De acuerdo a nuestra Constitución, todos tenemos el derecho a manifestarnos, siempre y cuando no se afecte a terceros, pero en este caso, sí se afecta, y hasta a cuartos, como es el caso de la economía veracruzana, pues al no salir nadie de sus casas, ésta tiende a tener un pequeño colapso para taxistas y comercios en general.
Incluso, los bloqueos han generado tal malestar social que ya se han suscitado altercados, jaloneos, embestidas con autos y hasta intenciones de violencia física. ¿Qué espera la autoridad para intervenir? ¿o espera que las cosas empeoren?
Entiendo desde cierto punto a los maestros, a los cuales no se les han pagado sus prestaciones, pero por qué no recurren a otras vías, como exigir a sus líderes sindicales a que hagan presión ante las instituciones correspondientes, total, ellos son los beneficiados con sus cuotas sindicales; o tal vez ir con el líder moral del magisterio, ¡quién mejor para comprenderlos que Juan Nicolás Callejas! que podría solicitar desde el Congreso Local, la comparecencia del gobernador para que explique los pagos pendientes a los maestros. Incluso, se me ocurre que Juan Nicolás Callejas Roldán, próximo diputado plurinominal, podría escuchar a los maestros e ir haciendo planteamientos, como ya lo hacen algunos diputados del PAN y Morena que se han reunido con algunos grupos de empresarios, sociales, etcétera.
Pero ¿cuál es la posición gubernamental?
Según declaraciones del Secretario de Gobierno Flavino Ríos Alvarado, ya hubo reunión con los titulares de la SEV y Sefiplan junto con varios líderes sindicales magisteriales donde éstos firmaron un acuerdo para que el miércoles 5 de octubre se pague el complemento de carrera magisterial, así como el viernes 14 de octubre se pague el apoyo a superación académica y el apoyo a libros, ya que el lunes se les pagó la Compensación Nacional Única y el día de ayer el bono de Imagen, este último con un importe de 75 y 80 millones de pesos en todo el estado.
Flavino minimizó los bloqueos ya que aseguró son los menos (los maestros), incluso algunos no son ni maestros estatales, sino federales a los que no se les debe nada, pues son cubiertos por el FONE. Resaltó que todos ya acordaron y que las manifestaciones tienen más índole política con intención de alterar al estado.
Luego entonces, si siguen los bloqueos, alguien miente. ¿O será que los líderes sindicales están haciendo su buena negociación mientras utilizan a los maestros como carne de cañón?
¿Se imagina usted si los empresarios a los que se les adeuda hicieran bloqueos? ¿o que bloquearan aquellos trabajadores que no les pagan a tiempo porque la empresa privada donde trabajaban se ha quedado sin recursos por falta de pago del gobierno estatal? O tal vez los que debieran bloquear son aquellos pequeños empresarios que no sacan ni lo de la renta de su local comercial. O tal vez los estudiantes destacados a los que no les ha llegado su beca en meses o los viejitos a los que no les ha llegado su pensión y por el contrario, su adeudo en el Banco crece porque al no haber depósito, se les cobra comisión.
Los maestros se equivocan, la sociedad no es su enemiga, por el contrario, sus acciones ocasionan demasiado malestar ciudadano, al grado que el gobierno que no les paga ha dejado de ser el malo, y ellos han sido los nominados como los villanos de la película, pues dijeran en las redes sociales “no se pueden exigir derechos, violentando los de los demás.”