Las ocho familias de la colonia Playa Linda de Veracruz que lo perdieron todo tras la explosión de una bodega clandestina de combustible, pasaron la noche en casa de familiares o rentaron habitaciones de hoteles para pasar la noche.
En el cruce de las calles Juanita y Ensenada aún se percibe el olor a combustible que se consumió el día de ayer por la tarde.
A un día de la catástrofe, los daños que se registraron tras la explosión son más visibles.
Fueron ocho casas las afectadas y varios vehículos, cuyos dueños no han podido asimilar lo que sucedió el domingo alrededor las 15:00 horas, cuando estalló una bodega clandestina que almacenaba 14 contenedores de gasolina, con una capacidad para mil litros del producto cada uno.
Andrés Flores Arroyo vivía frente al terreno donde se resguardada el hidrocarburo; su casa y otra más quedaron reducidas a cenizas y escombros.
“Pues mira, los daños ahí los tienes presentes, otra, gracias a Dios que no hubo víctimas, las víctimas fueron los animalitos”, indicó al hacer referencia a su mascota, una perra que murió calcinada.
Indicó que él no se encontraba en su domicilio al momento del siniestro, sin embargo su esposa, su hija y su nieto sí, aunque afortunadamente lograron escapar con vida.
“Pero en segundos ocurrió todo, yo tuve que irme y observé todo y dije, ya me cargó la patria y ahí tienes la consecuencia de otros que no piensan los daños que van a hacerles a otras personas”, narró.
Aunque él paso la noche en casa de su hijo, otros vecinos se vieron obligados a alquilar cuartos de hoteles; para la comida, han recibido el apoyo de otras personas que solidariamente les llevan agua y alimentos.
FUENTE: VERSIONES
En el cruce de las calles Juanita y Ensenada aún se percibe el olor a combustible que se consumió el día de ayer por la tarde.
A un día de la catástrofe, los daños que se registraron tras la explosión son más visibles.
Fueron ocho casas las afectadas y varios vehículos, cuyos dueños no han podido asimilar lo que sucedió el domingo alrededor las 15:00 horas, cuando estalló una bodega clandestina que almacenaba 14 contenedores de gasolina, con una capacidad para mil litros del producto cada uno.
Andrés Flores Arroyo vivía frente al terreno donde se resguardada el hidrocarburo; su casa y otra más quedaron reducidas a cenizas y escombros.
“Pues mira, los daños ahí los tienes presentes, otra, gracias a Dios que no hubo víctimas, las víctimas fueron los animalitos”, indicó al hacer referencia a su mascota, una perra que murió calcinada.
Indicó que él no se encontraba en su domicilio al momento del siniestro, sin embargo su esposa, su hija y su nieto sí, aunque afortunadamente lograron escapar con vida.
“Pero en segundos ocurrió todo, yo tuve que irme y observé todo y dije, ya me cargó la patria y ahí tienes la consecuencia de otros que no piensan los daños que van a hacerles a otras personas”, narró.
Aunque él paso la noche en casa de su hijo, otros vecinos se vieron obligados a alquilar cuartos de hoteles; para la comida, han recibido el apoyo de otras personas que solidariamente les llevan agua y alimentos.
FUENTE: VERSIONES