Si está leyendo estas líneas en paz, en tranquilidad, con el sosiego que le permite haber celebrado días de asueto en compañía de sus seres queridos, permítame felicitarlo, no por el Año Nuevo, sino por ser un sobreviviente al último año de Javier Duarte… y al primer mes de Miguel Ángel Yunes Linares. Pero como dijera Abel Cuevas Melo, “vamos al grano”, ¡exprimamos la noticia!
Le cuento algo que no tiene que saber ni yo que contar, pero igual, se lo cuento… tuve este primero de enero, dos despertares: el clásico del inicio de un año nuevo y un Monterrosino abrir de ojos.
¿Sabe lo que es despertar con una fuerte jaqueca y el sol pegando en la cara? Lo más seguro es que algunos o muchos lo sepan y más este primero de enero, sobre todo cuando la noche anterior celebró en compañía de sus cuates, amigos, compadres, parientes, este inicio del 2017, con botellas de vino, sidra, champán, brandy, chelas o lo que sea… el caso es que yo no tomé, acaso la copita de Sidra y nada más, pero amanecí como si realmente hubiera “festejado” este inicio de año… bueno, nada que un paracetamol y otra siesta no resuelvan…
¿Y mi despertar Monterrosino?
¡Ah! Es que cuando desperté, Amadeo seguía allí… ¡no! no en mi cama, sino en el CDE del PRI…
En términos del Imperio, podríamos decir: “¡La saga continúa!” y no porque vea a Lorena Piñón como “Rogue One” o para estar ad hoc ante los recientes acontecimientos con el deceso de Carrie Fischer, “la Princesa Leia” (casi cerca de 40 años diciendo “Princesa Lea” y al estilo Nuño, me viene a decir una jovencita que se dice “Lia”).
Nos quedamos en la historia que Lorena Piñón interpuso demanda ante el Tribunal Electoral de Veracruz contra los Comités estatal y nacional del PRI porque considera que la dirigencia de Amadeo Flores Espinosa suena a espuria, imposición, contradiciendo los estatutos del PRI y los derechos de sus militantes… así lo traduzco yo.
Supongo eso cuando entre los argumentos que da Lorena Piñón en su demanda, sostiene que los nombramientos de Amadeo y Regina Vázquez Saut no vienen acompañados de alguna cédula de notificación, cédula de fijación por estrados físicos o electrónicos, o algún medio de notificación que sustente el principio de máxima publicidad en material electoral. Y si a ello se agrega la omisión de convocar a elecciones para elegir presidente y secretario general sustitutos una vez concluido el proceso electoral 2015-2016…
¿Qué ocurre con el “eternizamiento” de Amadeo y Regina al frente del CDE del PRI? Quizás para la gente, nada; pero para el militante, de cierto modo, le impide acceder a puestos de dirigencia del partido, es decir, suprime sus derechos y que si bien, no es sólo culpa de la actual dirigencia estatal, sino que la comparte con la nacional pues al parecer, “se les olvidó” que ya tiene años que no se convoca a Consejo Político para elegir Presidente y secretario general sustitutos que concluyan el periodo 2014-2018 como Dios manda.
Por ello, la pretensión de Lorena Piñón es que el Tribunal Electoral de Veracruz ordene al CDE del PRI expida la convocatoria para su renovación y considere qué facultades tiene Enrique Ochoa Reza para “extenderle” la dirigencia a Amadeo Flores Espinosa por encima de la militancia tricolor veracruzana.
Por cierto, este lunes, a las 13 horas, en las instalaciones del CDE del PRI, se instala la Comisión de Procesos Internos para los comicios electorales que se avecinan con la renovación de las alcaldías. Mientras, “el mejor argumento” que ha dado Amadeo Flores Espinosa para mantenerse en la dirigencia ante las autoridades del Tribunal Electoral es que fue “una decisión” del presidente nacional de su partido; por lo que se concluiría que entonces, dejó de ser presidente de los priistas de Veracruz para ser una imposición del CEN del PRI… mientras las elecciones se vienen encima, habrá que esperar el resolutivo de los tribunales.