By En el capítulo chorrocientos mil de la telenovela Monarquismo a la Veracruzana, llama la atención los escenarios que se ciernen en torno a una pareja en la búsqueda del poder, porque toca varios puntos, que van desde la Universidad Veracruzana, la alcaldía de Xalapa, Sefiplan y hasta el Instituto de Pensiones del Estado. Se trata de Rosío Córdova Plaza e Hipólito Rodríguez Herrero, ubicados al menos en el sector académico, como pareja sentimental.
Enfatizo lo de “Pareja sentimental” porque al menos en algunos estratos, se ubicaban más como parejas académicas, por sus constantes apariciones juntos en publicaciones o conferencias como en la presentación de “Turismo y gastronomía en la ruta de Cortés”, “Dinámicas migratorias internas y transnacionales en Veracruz, México”, “El Veracruz de Hernán Cortés” o “Migración, inseguridad y vulnerabilidad en el corredor del Golfo de México”, entre otras.
II
Hoy, el investigador Hipólito Rodríguez Herrero es candidato de Morena por la alcaldía de Xalapa, mientras que Rosío Córdova ya está “candidateada” a pugnar por la rectoría de la UV.
En el caso de Rodríguez Herrero está de más comentar que ya sabe de estos menesteres de la política, como es la campaña, los votos, etcétera, al competir, si no mal se recuerda, hace ya casi cuatro años por el PT a diputado local.
En el caso de Rosío es su primera vez en estos avatares.
El asunto en ellos, es quiénes suponen que están detrás de su aspiración.
Al citar a Pedro Hipólito, todo se enfoca hacia Cuitláhuac García, el diputado federal quien ha asumido un liderazgo local entre los “morenos” por encima de Manuel Huerta Ladrón de Guevara. El asunto se torna más interesante cuando en la planilla de Rodríguez Herrero está Ivonne Cisneros, quien era la directora de Recursos Humanos en la UV, y posición de Clementina Guerrero, hasta el pasado 2 de enero de este año que le dieron “aire”. Ojo, porque se habla de un distanciamiento entre la secretaria de Finanzas y Ladrón de Guevara.
III
Con referencia a Rosío Córdova, la encasillan al Colectivo en Defensa de la UV, y por ende, a Hilario Barcelata Chávez, titular del Instituto de Pensiones del Estado ¿y también Tula Guerrero?
Si así fuera, que estos dos miembros del Colectivo en Defensa de la UV apoyaran a Rosío, no estaría mal, al final, cada quien sus intereses; sin embargo, entre muchos de sus adherentes al Colectivo, aún les queda la duda, no saben qué pasó ni cuándo este movimiento pasó de ser un espacio de discusión y organización de la comunidad universitaria, a trampolín político.
¡Y ojo! porque al menos dos de sus miembros ya amarraron hueso, uno en el IPE y la otra en Sefiplan y van en pos de que otra gane la rectoría y una más la sindicatura… si Hipólito gana la alcaldía.
IV
Ahora, en un remoto caso de que Hipólito resultara triunfador y Rosío igual, ambos en sus distintas competencias, se daría un caso sui generis de Monarquismo a la Veracruzana, donde la capital del Estado y nuestra Alma Máter universitaria estarían depositadas en una relación sentimental pero bajo la sombra de tan distintos intereses, si es que los personajes aquí citados (Cuitláhuac, Tula Guerrero, Hilario Barcelata) realmente los respaldan.
