Rayas: deudas y estragos financieros a su paso por San Andrés Tuxtla

Rayas: deudas y estragos financieros a su paso por San Andrés Tuxtla

Fiel a su arraigada estrategia de no pagar y huir como el cobarde que es, el excandidato de Movimiento Ciudadano por San Andrés Tuxtla, Juan Manuel Rayas Arvizu, se encuentra en medio de una serie de problemas que podrían llegar a las instancias legales ante la falta de pagos a diversos acreedores y de servicios, que utilizó durante la pasada campaña electoral, concluida apenas  hace un mes.
Quien en su momento fue cobijado por el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Ranauro allá en Neyama, sólo se aprovechó de su posición como candidato para engañar a más de uno, y hacerles pensar que llegarían los recursos para pagar, cosa que no sucedió.
Ahora, a casi un mes de que concluyó su campaña, Juan Rayas ha quedado evidenciado como el tramposo empresario que es.
Y es que el  excandidato naranja no le pagó a su equipo de avanzada, no le pagó a la empresa Stom Publicidad por la rotulación de sus camionetas con su imagen, no le pagó a sus colaboradores más cercanos, quienes ahora mejor se dedican a vender labiales y maquillaje por Internet, no le pagó a sus estrategos ni a sus fotógrafos; en fin, una larga lista de defraudados se truenan los dedos por recibir cerca de dos millones de pesos por concepto de pagos y liquidaciones que se generaron durante un mes de campaña.
Lo cierto es que Juan Manuel Rayas Arvizu permanece en los Tuxtlas como un empresario acaudalado, a costa de engaños y fraudes como el mencionado, que si llevamos a un plano elevado deja en claro que sus «proyectos» podrían tratarse de lavado de dinero o en su defecto de agenciamiento indebido de recurso, casos claros como el de la planta de stevia, que se sabe no ha liquidado en su totalidad en rincones de San Andrés Tuxtla y Santiago Tuxtla, por lo que se hablaría de un robo a una institución federal como lo es SEDESOL, y que inmediatamente debería realizar una investigación hacia el excandidato naranja por desvío de recursos públicos a pesar de existir contratos y convenios que hasta el momento no se sabe si están siendo auditados por alguna autoridad.
A esto se suma que recientemente el mal llamado Doctor Rayas, porque llega a empeorar la situación de cualquiera en lugar de curarla, estaría metiendo las manos en la reapertura de la empresa Coyame de Catemaco, como uno de los socios mayoritarios con una inversión cercana a los 5 millones de pesos y que no se sabe si en realidad fueron invertidos o deducidos de impuestos frente a inversiones que quizá nunca se hicieron.
¿Sabía usted que incluso el mal llamado Doctor Rayas, no aparece en el Registro Nacional de Profesionistas? Sí, su cédula profesional no aparece en dicho registro, lo que evidencia una más de sus mentiras.
Juan Manuel Rayas Arvizu se ha convertido en el peor ejemplo de lo que significa ser un inversionista empresarial, que en realidad sólo ha llegado a defraudar a quienes depositaron su confianza en él.
Ya no recuerda cuando hace poco más de una década colocaba  etiquetas verdaderas a ungüentos apócrifos para ir a venderlos a comunidades como buenos y originales, ya se le olvidó cuando a su amigo Sergio le pedía dinero prestado para luego dejarlo a su suerte y cuando regresaba al cabo de un año lo hacía con el rabo entre las patas para ofrecer disculpas y saldar sus cuentas, ya se le olvidó a Juan Rayas como empezó Colibrí y como creció hasta convertirse en un imperio. Mejor que sean las autoridades federales las que lo investiguen y den cuenta de este delincuente de cuello blanco, que roba y defrauda para seguir gozando de dinero ajeno.
Por el lado político, vaya desde este espacio un enérgico llamado a Armando Méndez de la Luz, actual dirigente de Movimiento Ciudadano en Veracruz y a Dante Delgado Ranauro, para que en la inmediatez cierren la puerta a este defraudador y no haga perder credibilidad al partido Movimiento Ciudadano, ya que ni siquiera sabe respetar los acuerdos que se hacen en la mesa.
Por cierto, ¿sabía usted, amable lector, que Juan Rayas a mitad de campaña se reunió con la mano derecha y operador político de Héctor Yunes Landa por espacio de horas en su oficina para negociar una jugosa salida de campaña, y por ello se apagó su luz poco a poco para no levantar sospechas?
¿Sabía usted que en medio de los ajustes y colocación de ediles iban como propietarios gente cercana a Elmir Pretelín?, entre ellos su novia y suegra, que desplazaron a importantes activos políticos de los Tuxtlas como Alfieri Vildosola, quien en un primer momento apareció como regidor primero en la planilla de Rayas, y que el día del registro fue borrado.
¿Sabía usted, amable lector, que Dante Delgado Ranauro no iba a visitar San Andrés Tuxtla porque precisamente sabía de los números infructuosos que portaba el famoso doctor? ¿Sabía usted que este tuvo que besarle los pies para que tuviera notoriedad frente a la negociación que se avecinaba con gente de Héctor Yunes?
El expriísta Juan Rayas sólo se aprovechó de su llegada a Movimiento Ciudadano para cumplir su capricho de contender por la presidencia municipal de San Andrés Tuxtla, manchando los ideales de un partido que ha crecido fuertemente en la región, ahora se sabe que Juan Manuel Rayas Arvizu fue un pésimo candidato que logró obtener apenas 3 mil votos en el municipio, y que ahora es señalado de deudor y fiel seguidor a sus intereses mezquinos.
Otra duda salta a la mente: ¿Cuánto reportará Rayas al fisco sobre los ingresos de su centro recreativo Neyama?, la moneda está en el aire, y quizá más adelante se sepa.

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