COLUMNA APUNTES, POR MANUEL ROSETE CHAVEZ «SOLO EN ENERO FUERON ASESINADAS ONCE MUJERES EN VERACRUZ»

COLUMNA APUNTES, POR MANUEL ROSETE CHAVEZ «SOLO EN ENERO FUERON ASESINADAS ONCE MUJERES EN VERACRUZ»

Taxistas manipulados
 
Cuando Fidel Herrera Beltrán asumió la gubernatura del Estado el primero de diciembre de 2004, en Xalapa circulaban 2 mil taxis. De ese medio de transporte vivían en forma muy decorosa, por cada unidad, tres familias: la del propietario de la concesión (porque no eran permisos para dar el servicio en la modalidad de taxis) y las de los dos choferes.
El traspaso de una concesión de esas ante un notario tenía un valor de 500 mil pesos, y difícilmente alguien se deshacía de ellas.
Alguien le dijo a Fidel que ahí estaba un gran negocio… y que lo emprende.
Para empezar, surgieron infinidad de organizaciones de taxistas y a todas las afiliaron a la CNOP. Luego hicieron dirigente de esa organización, uno de los pilares del PRI, al joven Silvio Lagos Galindo, quien se había desempeñado al lado de la señora Rosa Borunda, como director jurídico del DIF estatal.
Lista esa organización delictiva (CNOP y líderes de taxistas) se dio la orden de comenzar a operar la venta de permisos con promesa de concesión de taxi a lo largo y ancho del estado. A los líderes les entregaban un paquete (cincuenta permisos) y les decían: aquí traes cien mil pesos por cada uno y de ti depende si los vendes en más. Como el taxi era un gran negocio, por mucho tiempo patrimonio rentable de familias, pronto salieron cientos de compradores. Les pedían la lana, les decían que tenían que adquirir la unidad Tsuru en una agencia de Tuxpan, y tenían que ir a pagar a la Sefiplan 16 mil pesos por concepto del permiso, que lo demás corría por cuenta de ellos, pero que al tener el carro y el pago de finanzas realizado en Transporte Público les entregaban de inmediato sus papeles y a chambear.
Fue así como miles y miles de incautos veracruzanos cayeron en el garlito de comprar, muy barata, una concesión (que solo eran permisos, no acuerdos), hicieron rico al propietario de la agencia en Tuxpan donde se compraron cuando menos 50 mil unidades, y se hicieron también ricos varios voraces líderes que llegaron a vender hasta en 300 mil pesos cada permiso.
Total que en el caso de Xalapa el número de taxis llegó a ¡8 mil!, saturaron la demanda y este transporte dejó de ser negocio, es más, malamente salía para que los trabajadores (choferes) llevaran para la comida a sus hogares y el dueño se pusiera a chambear para completar el chivo porque lo que le dejaban sus chafiretes era una miseria.
Hubo infinidad de casos de personas que vendieron sus terrenos, casas o pidieron dinero prestado, para pagar el permiso y comprar el vehículo nuevo. Cuando comenzaron a trabajar sus permisos se daban de topes porque la ganancia no les alcanzaba para pagar la letra del carro y el abono del prestamista.
Se armó un problema verdaderamente grave entre miles de trabajadores del volante y para el gobierno de El Tío, eso representó millones de pesos de utilidades.
Al llegar Javier Duarte al gobierno, en vez de parar la entrega masiva de permisos o de elaborar un padrón de taxis, le siguió con el negocio. En Xalapa los taxistas vieron con mucha tristeza que a poblaciones como Banderilla, El Castillo, Las Trancas, San Andrés Tlalnelhuayocan, Colonia Seis de Enero, el municipio de Emiliano Zapata y otras congregaciones, también les autorizaron decenas de concesiones lo que representó un aumento automático a las ocho mil que ya había en Xalapa, porque los taxistas de las poblaciones mencionadas, al no tener ingresos en los lugares que les fueron asignados para trabajar, se vinieron a Xalapa; lo importante era pagar las deudas adquiridas por el mal negocio y sacar para la papa.
Pero llega el gobernador “justiciero” Miguel Ángel Yunes Linares, y anuncia un programa de reordenamiento vehicular en la modalidad de taxis, y a cual más pensó que al revisar quiénes eran los propietarios de esos permisos y concesiones, a los flotilleros les cancelarían todas dejando una o dos por cabeza con lo que se reduciría cuando menos un 30 por ciento el parque vehicular del estado que es de más de 80 mil taxis.
Y ni madres, lo primero que hicieron fue obligar a los propietarios a pagar 804 pesos por entrar al padrón (ya regularizado), más la mordida que les arrancaron en las oficinas de la DGTYTP; luego vinieron las revisiones vehiculares; los exámenes antidoping, al dueño y a los choferes… lana, lana y más lana. Y si los taxistas fueron los principales promotores del voto a favor de Yunes Linares, para echar del gobierno a quienes los habían robado, ahora se la estaban revirtiendo al candidato del partido en el gobierno, al del PAN, al hijo de Miguel Ángel Yunes Linares.
Para esto, los taxistas son los mejores promotores del voto ciudadano: todo el día circulan por las ciudades, platican con mucha gente, se comentan entre sí y elaboran estrategias electorales. Los tiempos en que a los líderes les entregaban las maletas repletas de dinero para repartir entre sus representados, de a quinientos pesos para acarrear gente a las urnas para votar por consigna, ya pasaron, hoy los taxistas han adquirido una conciencia cívica muy alta, definen su sufragio con tiempo, promueven a su candidato y no paran un momento de ser eficientes activistas electorales.
Por eso es que como una medida urgente el gobernador Yunes Linares ha cancelado el programita y ha ofrecido reintegrar el dinero a quienes ya pagaron, “creo 76 mil conductores”, dijo Yunes.
Aquí lo importante para el gobernador y su proyecto imperial, es que haya tomado la medida a tiempo porque nosotros que nos movemos en taxi, que platicamos con ellos porque son nuestras mejores fuentes de información, unos quieren votar por Morena, o sea por Cuitláhuac García, que para ellos equivale a Andrés Manuel López Obrador, y otros por José Yunes Zorrilla. Esto por no pensar antes sobre las consecuencias que deja la voracidad, el corromperse estando en el poder, como si Javier Duarte no les sirviera de ejemplo. No, verdad, más les ha servido de inspiración, ya son peores que él y su banda de rateros.
 
El PRI reconoce a su militancia
 
Como la Convención de Delegados para elegir al candidato a la gubernatura de Veracruz se realizará en Orizaba, el presidente del CDE del PRI, Américo Zúñiga Martínez define a ese lugar como una ciudad emblemática para su partido, ejemplo de gobiernos comprometidos, de resultados y que han trabajado permanentemente por la sociedad. En entrevista con medios de comunicación, dijo que este evento, que se llevará a cabo al mediodía del próximo sábado en la Plaza de Toros La Concordia, será también un reconocimiento a la militancia del centro de Veracruz.
“Para nosotros es importante remarcar el orgullo que tenemos por parte de quien gobierna y ha gobernado Orizaba, es también reconocer que se han hecho las cosas bien, que es un municipio muy importante y que ha sido por mucho una ciudad que se ha desarrollado con orden, pulcritud, transparencia  y que está siendo gobernada por uno de los más emblemáticos alcaldes como es el caso de Igor Roji”.
Añadió que con aproximadamente 7 mil delegados efectivos se llevará a cabo esta Convención de forma pacífica, con tranquilidad y en un ambiente de unidad, con todas las garantías, siendo este el encuentro más importante que se va a realizar en la intercampaña, de donde surgirá el candidato a Gobernador de Veracruz por el Revolucionario Institucional. “Hemos hecho eventos muy importantes, tuvimos uno muy significativo en Minatitlán, hubo un evento extraordinario en Poza rica, se han llevado a cabo eventos grandes en Xalapa, en Veracruz, pero creo que hacía falta en la zona centro, y que la Convención de Delegados sea en Orizaba me parece extraordinario”.
 
Reflexión
 
Desparecen cuatro jóvenes que, según el gobernador, venían al reventón (aunque así fuera no merecen desaparecer y es obligación del gobierno encontrarlos), matan a cuatro durante un velorio en Coatzacoalcos, siguen apareciendo cadáveres de personas ejecutadas por todo Veracruz, los secuestros a la orden del día y niegan que las bandas delictivas hayan rebasado al gobierno. ¡Qué maldita necedad!

administrator

Related Articles