Hablar de la Zona de Bosques de Santa Fe en la Ciudad de México, es hablar de mucho poderío económico y corporativo, ya que allí se encuentran empresas, escuelas y universidades de gran prestigio. Los costos de los departamentos y casas son en dólares. El más barato puede costar arriba de un millón 500 mil.
La zona es considerada una de las 10 más exclusivas para vivir en la Ciudad Capital, pues aparte de la gran extensión en metros cuadrados, sus servicios son modernos, se encuentran cerca de grandes centros comerciales y hasta tienen club de golf, pues le incluye una acción.
Por ejemplo: un departamento tiene una superficie de construcción de 920 m²; cuenta con dos recámaras, tres baños, cocina, acceso a internet, alberca, aire acondicionado, comodidades y amenities así como seis estacionamientos. Sí, leyó usted bien: ¡Seis! para los visitantes. La cuota mensual de mantenimiento de esta preciosidad es de 27 mil pesos. ¡Ah! también cuenta con gas natural, línea telefónica y vigilancia extrema. El valor actual, de acuerdo a páginas de bienes raíces es de 5 millones y medio de dólares.
Posiblemente algún funcionario público pueda comprar uno, durante todo el tiempo que dure su mandato y eso si ahorra, pero ¿se imagina comprar tres?
Pues todo parece indicar que Javier Duarte de Ochoa lo hizo, bueno, no precisamente él, sino José Juan Janeiro Rodríguez, su operador financiero.
Según datos extraoficiales, el día de ayer, elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, acudieron al Fraccionamiento de Santa Fe, Delegación Cuajimalpa, de la Ciudad de México, y aseguraron 3 departamentos, 18 cajones de estacionamiento y tres bodegas, bienes que estaban a nombre de Janeiro y que fueron investigados por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
No cabe duda que los días santos no le favorecen a Javier Duarte, pues el año pasado, fue detenido en un sábado de gloria.
El caso de Alba
¡He sido violentada políticamente! dijo Alba de Jesús Vázquez Torres con la voz entrecortada al término del evento “Violencia Política contra las Mujeres en Contenidos Mediáticos”, organizado por la diputada local Cinthya Lobato Calderón y las Asociaciones Civiles Hagamos Algo y Glifos Comunicaciones.
Alba narró que el 28 de enero de este año en un portal de noticias de internet de la capital publicaron la nota: “Acusa que llevaron gente al INE de Ruiz Cortines para duplicar credenciales”, a pesar de que la información llegó al medio vía correo electrónico, éste la publicó sin investigar, o al menos sin tomar en cuenta o buscar a Alba, para que diera su versión.
¿Qué vino después?
En Facebook tomaron la nota y la empezaron a difundir, además de que la apodaron “Lady Fraude de Bugambilias” y hasta le hicieron memes.
A partir de ese momento, la vida de Alba ha sufrido un cambio drástico pues a través de las redes sociales y por whatsapp la han denostado, insultado, agredido con palabras e imágenes, situación que no sólo afectó su vida sino la de su familia.
¿Y qué hizo realmente?
Ella cuenta que ese día únicamente brindó apoyo a personas de la tercera edad y débiles visuales con la documentación que el funcionario del INE pedía, de lo contrario, no realizarían su trámite, además de que era larga la fila por ser los últimos días para realizar el trámite.
El año pasado, Alba fue precandidata a síndica del PRD por Emiliano Zapata; es promotora de Derechos Humanos; ha participado en la Asociación de Padres de Familia de la escuela de sus hijos, así como fomenta el deporte pues representa a un equipo de futbol americano de su comunidad.
Actualmente es tesorera de un jardín de niños, Presidenta del Comité de Vecinos y se postuló para la Agencia Municipal de su comunidad Jacarandas, con la intención de trabajar de manera compartida con sus vecinos. Este primero de abril son las votaciones, esperemos que la violencia mediática no afecte su futuro.
Alba hizo un escrito para solicitar su derecho de réplica al medio electrónico que publicó la información; sin embargo, hasta el momento de escribir esto, no la habían publicado, ni han escuchado su versión.