Pasado el primero de julio hasta que se llegue la toma de protesta al Gobernador, haciendo una escala antes por el Congreso local, podríamos estar hablando que a partir de diciembre de este año, estaríamos descansando de tres largos años de procesos electorales para tener un receso por lo menos del mismo lapso sin saber de comicios. Es decir, en el 2016, tuvimos elección de Gobernador, por citar la más fuerte; en el 2017, de presidentes municipales, y este año, 2018, nuevamente, de mandatario estatal, además Presidente de la República, renovación en la Cámara alta como baja, y agregue usted, el Congreso local de Veracruz…
¿Qué quiero decir con esto? que usted estará en su justo derecho de decir que cualquier acción del Gobierno federal, estatal o municipal, o hasta de organismos autónomos, o esta misma reflexión, ¡hasta los errores de Loris Karius, portero de Liverpool!, tienen tintes electorales ¡porque estamos en pleno proceso electoral! y si usted hubiera plasmado esta misma tesis en el 2016 y 2017, igual sería válida… en el 2019 habrá que buscarle a las acciones de las autoridades otros tintes porque ya no tendrán elecciones para cuando realicen un anuncio como el que dieron con Karime Macías Tubilla.
Para los partidos contrarios al asentado en el poder, el anuncio de que hay orden de aprehensión contra Karime Macías Tubilla no es más que electorero. Por ejemplo, en Huatusco, Pepe Yunes Zorrilla exigió “que se deje de politizar la procuración de justicia en el estado (…) si no les dan los números, si sienten la derrota, asuman su situación y no utilicen ni las instituciones ni la indignación legítima del pueblo para seguir tratando de obtener raja electoral”.
Las palabras de Pepe Yunes tienen cabida en la siguiente oración: «Nestora Salgado va ser senadora plurinominal por Morena. Una secuestradora que está libre por una falla en la policía. Esto, Andrés Manuel, queda en tu conciencia».
Es decir, su tocayo Pepe Meade “politiza” el caso de otra mujer y pretende utilizar la indignación de la sociedad y de quienes fueron víctimas de quien acusan de secuestro. En pocas palabras, Meade, con un discurso, pretende sacar raja electoral de una candidata de Morena.
Por su parte, para Andrés Manuel López Obrador, la orden de aprehensión que se gira en contra de la esposa de Javier Duarte de Ochoa, es un acto de propaganda del Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Alguna vez dijo del ex gobernador Duarte que era “un chivo expiatorio”. ¿Sí saben a qué se refiere esa expresión?
¿Recuerdan que Yeidckol Polevnsky Gurwitz, la dirigente de Morena, aseguró que los cómplices de César Duarte, detenidos en Chihuahua “son presos políticos”? ¿Recuerdan que la misma Karime Macías alguna vez citó ser víctima de una persecución política, argumento que utilizó para pedir asilo en Londres? En fin…
Karime, es cierto, no deja de ser la villana favorita de los veracruzanos, título ganado a pulso por las historias ya conocidas por todos alrededor de ella… ¡Y ojo! en una de ésas, si se descuida, le tumba el puesto a Angélica Rivera, quien con su Casita Blanca ocupa el trono. ¡Ah! pero dicen que no hay que politizar ni la justicia ni la indignación… que Karime es propaganda… quizás entonces habría que esperar a que pasaran las elecciones, allá por 2019 para actuar contra Karime; o mejor aún, omitirla en la memoria del priísmo (total, Javier Duarte ya está en la cárcel), o de plano ¡darle amnistía!