- Aunque nieguen divisionismo, a algunos morenistas se les olvida quien será el Gobernador
«De forma y fondo», Columna por Viridiana Reyes
Demasiado revuelo está causando la elección del nuevo Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso (JUCOPO); es tan evidente la urgencia de Amado Cruz Malpica por presidirla, que muchos de sus compañeros han manifestado que su actitud se debe a que, desde la JUCOPO busca mantener sus negocios con los legisladores de otros partidos, como lo venía haciendo en la legislatura pasada.
Nadie niega su experiencia en la vida política, ni su capacidad de negociación, pero es precisamente esas “virtudes”, las que le han valido la desconfianza de sus homólogos, quienes señalaron a Cruz Malpica, de buscar beneficio personal en los acuerdos con otras bancadas, específicamente con la del PAN a través de Sergio Hernández Hernández (su amigo y cómplice).
La tan codiciada JUCOPO, se ha vuelto tanto para Cruz Malpica como para Sergio Hernández, la palanca desde donde pretenden maniobrar acuerdos para proteger a Miguel Ángel Yunes Linares.
Y aunque Amado Cruz y Manuel Huerta nieguen que al interior del partido hay divisionismo, es más que evidente que buscan imponer, y se les olvida que quien será Gobernador es Cuitláhuac García a quien todos ningunean y tachan de no tener voluntad propia.
Más le convendría a tan “experimentados políticos”, recordar la enorme diferencia entre el antes y el después, porque luego del 1 de diciembre, todo será diferente, la transición estará consolidada, la vieja corte se habrá despedido y los transitorios designados habrán cumplido su papel para ponerse a las órdenes de los veracruzanos, y por supuesto del Gobernador Cuitláhuac; en pocas palabras, las ínfulas de poder habrán de verse sofocadas si lo que pretenden es un lugar en el parnaso del gobierno morenista.
Muerto el Rey, viva el Rey.
El poder en juego estará en la capacidad conciliatoria entre fracciones del congreso, pues si bien es cierto que en teoría Morena es mayoría, como ya lo dijimos, hay divisionismo al interior.
La terna ya está sobre la mesa, Amado Cruz Malpica y Juan Javier Gómez son los que suenan para presidir la Junta de Coordinación Política del Congreso, con sus matices habrá que poner bajo la lupa a cada uno y tomar la decisión correcta, pues no son tiempos de entregar ese poder a alguien que no de la talla para lo que el cargo exige.
En un panorama histórico pero riesgoso en términos de política, la mayoría en el congreso la tiene Morena, el partido que apenas con tres procesos electorales ya es la primera fuerza en todo el país y por tanto será el botín de los advenedizos que en la “amnistía” de la “república amorosa”, lograron reivindicarse, sacudirse viejas militancias e ingresar a sus filas. Sin embargo no todos los que se mudaron al partido, dejaron sus malas mañas, unos son lobos con piel de oveja y ahora pretenden ser Caballos de Troya.
Ese es el caso de Amado Cruz Malpica, quien supo hacer amarres con los opositores a Morena, y no precisamente a favor de su partido, algunos especulan que en todo caso fue a favor de su bolsillo. No ha sido secreto su cercanía con el panista Sergio Hernández para hacer arreglos bajo la mesa, y no escapa a la suspicacia las traiciones que pueda hacer para quedar bien con sus “amigos” panistas y entregar los acuerdos de su bancada a los azules.
Amado es pues, el verdadero Caballo de Troya, el que apunta a negociar la posición de su fracción para favorecer a los que buscarán, a toda costa, evitarle juicio político a los funcionarios salientes, a la misma legislatura anterior, vaya hasta para hacerse de la vista gorda en el escrutinio de la cuenta pública que ya se ha demostrado, tiene varias irregularidades que le han merecido observaciones.
Morena ha sido, para Amado, y su padrino político en esta postulación, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, una moneda de cambio, un instrumento para medir fuerzas empoderados por el triunfo que les dejó el empuje obradorista; pero olvidan que se deben, primero a los veracruzanos, y después al Gobernador Cuitláhuac García, quien ha dejado en claro que este gobierno deberá marcar la diferencia histórica.
Hay que decirlo, Amado Cruz ya ha perdido consultas internas en su partido para ocupar cargos representativos de fracción. Huerta está detrás dividiendo a Morena como lo ha hecho desde hace mucho, sus intereses van primeros y a leguas se nota que van juntos en lo que obtengan de cualquier arreglo con bancadas opositoras.
Solo con la intimidación, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ha podido doblegar a la militancia morenista, que, también hay que decirlo, sabe ser disciplinada, pero tampoco son sumisos por naturaleza.
Al momento, trasciende que se hará un “examen” para los postulantes, sin embargo, en un escenario de buenas decisiones, Amado tendría que quedar fuera de la contienda, no sólo por congruencia partidista, sino por seguridad política, pues las malas compañías rondarán a Cruz Malpica sin duda, para mover los hilos en las iniciativas y propuestas que se sesionen en el congreso.
En la política, todo es DE FORMA Y FONDO, por eso habrá que ver como se traduce todo este panorama al momento de que se decida por quien será el nuevo coordinador de la JUCOPO.