Crítica situación de manantiales en San Andrés Tuxtla

Crítica situación de manantiales en San Andrés Tuxtla

*San Simón el más afectado. |
San Andrés Tuxtla |
Por Luis Manuel Toto Pólito

La situación que guardan los manantiales que abastecen de agua a todo el municipio de San Andrés Tuxtla es crítica.
Para miles de ciudadanos es poco creíble la versión de un “estiaje severo” que plantean las autoridades locales, hasta que observas y palpas cada uno de los problemas que tienen los encargados de la dependencia, para abastecer del líquido a una ciudadanía habida del servicio que justamente pagan.
Básicamente, resulta incomprensible entender que ocurre hasta que te encuentras en el lugar de los hechos.
Y es que este viernes, las autoridades en el afán de mostrar la realidad, abrieron cada manantial a la prensa para ofertar una postura verás. Nadie, incluido el que esto escribe, pudo refutar la versión oficial.
Saliendo muy temprano de palacio municipal, partimos en camionetas hasta la localidad de Tonalapan, hasta donde ingresamos a un camino de terracería que se convirtió en quebrados, intrépidos y sorpresivas subidas y bajadas, que dieron acceso a 5 de 6 manantiales del municipio.
Al llegar, el titular de la comisión de agua potable Agustín Huesca, indicó que se trataba de una travesía a donde accederíamos en primer lugar al Tular 1, hasta donde ingresamos por un camino de vereda, bañado por una corriente de arroyo de agua pura, que mantiene en su interior el famoso berro que tanto es consumido en San Andrés.
Ya en el manantial, Huesca Lagunes ofreció un dato, el nacimiento capta y envía en temporada normal hasta 150 litros por segundo (lps), que se convirtieron en esta ápoca en 90 lps.
Para dar una perspectiva, mostró el tanque de almacenamiento, uno de escasos 1 metro 50 centímetros de altura, que apenas mantenía un chorro de tirantes de agua que llenaban una quinta parte del contenedor.
Bajo esta misma premisa de conseguir dar un testimonio apegado a la realidad, igualmente acudimos al Tular 2, nacimiento que en su máxima capacidad registra 180 lps y que descendió hasta 18 lps, el nacimiento llamado betzo pasó de 110 lps hasta 30 lps, mientras que el venero conocido como víbora, pasó de una captación-envío de 75 lps a 12 lps.
Así, tirándote entre los alambrados, caminando sobre tubos de agua de 16 pulgadas resbalosos y con riesgo de caer a profundas zanjas, y con el riesgo de encontrar algún animal ponzoñoso entre piedras e hierva, es como los medios de comunicación lograron visitar 4 de 5 manantiales, sin embargo el más importante, el San Simón era un caso especial.
Y es que entrar de forma clandestina al terreno donde no quieren dar paso a personal de agua potable, entre cercos eléctricos y con el riesgo que el propietario;  Arturo Ortíz Rábago se presentará con armas de fuego como han dado testimonio los trabajadores, representaba un peligro no necesario pero intrépido que era básico correr, para lograr imágenes del manantial que mantiene la situación más crítica de todos.
Precisamente momentos antes de llegar al punto final, es visible que los pastos de grandes potreros, son importantes para personas que en apariencia cuentan con importantes sumas de dinero, y que indiferentemente no dan cabida a mas que generar riqueza sobre cualquier cosa.
Debido a esto, explico que el manantial San Simón se encuentra rodeado de grandes extensiones de terrenos que están “pelones”, se asemejaría a un oasis que es hallado en el desierto, con la única diferencia que en esta ocasión el gran depósito de agua que abastece a San Andrés se observa sin ese recurso básico.
Al estar en San Simón, imagínense una piscina de unos 18 de lago por 12 metros de ancho y un metro de altura, pues es en este encierro es donde se debiera encontrar una gran cantidad de líquido, que desde hace 5 meses ya no existe.
Levemente se aprecia como brota agua del suelo, que no logra llenar el tanque ni las tuberías, que en días buenos, llega a captar y enviar hasta 60 litros por segundo, pasando a 0 lps.
El viaje otorgó una perspectiva que abunda mayores datos y una opción propositiva: la de generar mayor conciencia ciudadana para el cuidado del agua.
Además, se requiere que en esta ápoca los sanandrescanos entiendan un tanto más el severo estiaje que ataca al municipio, uno que el año pasado hizo decrecer los niveles de agua por quince días en los manantiales, y que este 2015, ha perdurado por casi 5 meses.

Agustín Huesca Lagunes en manantial Tular 1
Agustín Huesca Lagunes en manantial Tular 1

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Zanjas en manantial Las Víboras

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Nacimientos de agua en Las Víboras

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Manantial San Simón, imagen del agua que brota de la tierra

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Manantial San Simón, imagen del agua que brota del suelo

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Manantial Las Víboras

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Perspectiva del Manantial San Simón

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Imagen de un nacimiento captado en tuberías en Las Víboras

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Paso y tuberías en Las Víboras

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Autoridades en el manantial Betzo, normalmente este lugar es una laguna artificial que sobrepasa el lugar donde se encuentran las personas.

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Camino a Tular 1

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Tuberías resbalosas que atraviesan los trabajadores de la Comisión del Agua Potable en las víboras.

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Los nacimientos en Las Víboras están al mínimo

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Captación de agua en manantial Betzo

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Perspectiva del manantial San Simón, que se encuentra seco. El agua que brota no es suficiente para abastecer a la tuberia.

 
 
 
 

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